lunes, 27 de febrero de 2012

La tolerancia


La tolerancia es uno de los valores humanos más considerados y guarda correspondencia con la admisión de aquellas personas, contextos o entes que se apartan de lo que cada persona ostenta o discurre dentro de sus dogmas. Se trata de un vocablo que se origina de la palabra en latín “tolerare”, la que se traduce al español como “sostener”, o bien, “soportar”.
            La resignación es viable de evaluar en algunos grados que guardan relación con la aceptación que se tenga ante algo con lo que no se está de acuerdo o que no se ajusta al propio sistema de valores.
            La relevancia de la tolerancia reside en la posibilidad que nos concede de coexistir en un mismo espacio con personas de diferentes culturas o con diferentes creencias. Esta es la que nos consiente vivir en concordia en un mismo país con personas que profesan diferentes religiones, que apuntalan otras tendencias políticas, que poseen una categoría sexual diferente, entre otras. No sólo es ajustable a nivel de país, sino que es algo que debemos desarrollar en nuestros hogares con aquellas personas a las que más queremos, como nuestra familia y amigos, así como también, a nivel mundial, donde se intentar convivir en armonía con un sinfín de culturas y personas muy disímiles.
             Es de hacer notar, además,  que la tolerancia se halla en precisa relación con el respeto, obteniendo así ser capaces de aceptar las diferentes opiniones en torno a un mismo tema, reconociendo y respetando las diferencias étnicas, sociales, culturales y religiosas, entre otras, teniendo siempre en cuenta que aquello que estemos respetando no atente contra la integridad y los derechos de las personas, animales y el medio ambiente.
            En algunos ámbitos es más difícil que se dé, sobre todo en aquellos de índole religioso, pero en la actualidad hemos visto destacados ejemplos, como la visita de Juan Pablo II a una sinagoga, en Abril de 1986; el papa Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) no se ha quedado atrás, dialogando con representantes de la comunidad islámica y visitando además templos de otras religiones. El líder del budismo tibetano el Dalai Lama, también se ha caracterizado por la apertura y el diálogo abierto, y asimismo otros líderes religiosos se muestran hoy en día más dispuestos al diálogo y la comprensión; estas actitudes de tolerancia religiosa ya han pasado de ser un lujo para llegar a ser una verdadera necesidad, en un mundo marcado por el conflicto de ideologías, conflictos que han desencadenado los más terribles actos extremistas en el mundo, tanto históricamente como en la actualidad.
            Una de los mayores conflictos en cuanto a la práctica de la tolerancia, reside en encontrar el punto en el que ya no hay que tolerar. En otras palabras, se trata de la dificultad de establecer el límite entre lo tolerable y lo intolerable. Tal es la dificultad de esto, que se ha constituido como un verdadero problema de índole filosófico.

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