Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de
comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo
que siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o
emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo,
procede.
Vive en el
presente,
que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y
ahora; busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y
completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo
pasar. El presente es como debe ser. Refleja infinitas leyes de la Naturaleza
que te han traído hasta este pensamiento exacto, esta reacción física precisa.
Este momento es como es porque el Universo es como es. No luches contra el
infinito esquema de las cosas; por el contrario, sé uno con él.
Dedica
tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. En momentos de
silencio, cobra conciencia de que estás recontactándote con tu fuente de
conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por
tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que
conviene o no te conviene.
Renuncia a
tu necesidad de aprobación externa. Sólo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el
infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al
comprender esto se logra una gran libertad.
Cuando te descubras
reaccionando con enojo u oposición ante cualquier persona o circunstancia,
recuerda que sólo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia es la
reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos. Cuando renuncies a
ese enojo te curarás y cooperarás con el flujo del universo.
Recuerda que el mundo de
allí fuera refleja tu realidad de aquí dentro. Las personas ante las cuales
tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior.
Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que
más deseas dentro de ti. Usa el espejo de las relaciones para guiar tu
evolución. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Cuando lo
consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disgusta
desaparecerá.
Libérate
de la carga de los juicios. Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que
simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando calificas te
apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a
otros reflejas tu falta de auto aceptación. Recuerda que cada persona a la que
perdones aumenta tu amor a ti mismo.
No
contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones o sustancias
tóxicas. Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el
vehículo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula
contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada célula es un
punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.
Reemplaza la conducta que motiva
el miedo por la conducta que motiva
el amor. El miedo es un producto de
la memoria, que mora en el pasado. Al recordar lo que nos hizo sufrir antes,
dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se
repita. Pero tratar de imponer el pasado al presente jamás acabará con la
amenaza del sufrimiento. Eso sólo ocurre cuando encuentras la seguridad de tu
propio ser, que es amor. Motivado por la verdad interior, puedes enfrentarte a
cualquier amenaza, porque tu fuerza interior es invulnerable al miedo.
Comprende que el mundo
físico es sólo el espejo de una inteligencia más profunda. La inteligencia
es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía; como una
parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del
cosmos. Como estás inseparablemente vinculado con el todo, no puedes permitirte
el contaminar el aire y el agua del planeta. Pero en un plano más profundo, no
puedes permitirte el vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento crea
una impresión en el campo total de la inteligencia. Vivir en equilibrio y
pureza es el más elevado bien para ti y para la Tierra.
By: Yits ♣ (2010)
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