Te han condicionado desde el primer día, te han envenenado desde bebé.
Todo tipo de condicionamiento es un veneno. Considérate tan sólo un ser humano.
Considérate tan sólo un simple ser humano. Y cuando tu conciencia crezca un
poco más, dejarás incluso el adjetivo «humano», te considerarás un Ser. Y el
ser lo incluye todo: los árboles, las montañas, los ríos, las estrellas, los
pájaros y demás animales.
Piensas que vives en magníficos sistemas ideológicos, pero no vives en
magníficos sistemas ideológicos, porque no hay sistemas ideológicos magníficos.
Ninguna idea es tan magnífica que pueda contener a un ser humano. Al ser no lo puede contener ningún
concepto. Todos los conceptos mutilan y paralizan. La verdadera libertad
consiste en ser libre de cualquier ideología.
El Ser consciente requiere
esfuerzo, Ser consciente significa
que tienes que crecer, y el crecimiento es doloroso. Ser consciente significa que tienes que estar continuamente alerta
y atento a lo que Es; no puedes
quedarte dormido, no puedes vivir como un sonámbulo.
Ser consciente involucra unos pocos peligros más. Ser
consciente es muy difícil porque tienes que vivir con la multitud dormida.
Vivir con gente ciega y tener ojos es una situación peligrosa. Terminarán
destrozándote los ojos. No pueden tolerarte, eres una ofensa. Por
eso crucificaron a Jesús. Mirarle a los ojos significaba mirarse al espejo.
Como somos tan feos, que en lugar de aceptar el hecho de que somos feos,
el camino más fácil es destrozar el espejo y olvidarte completamente de tu
fealdad, y empezar a vivir de nuevo con el viejo sueño de que eres la persona
más bella del mundo. La más buena, sin maldad alguna, la victima… A la gente no
le gustan las personas conscientes. A la gente le gusta la gente que se parece
a ella, que es como ella. Porque estas personas no le son extrañas. La gente consciente le es extraña.
Ningún país podría escoger a un ser
consciente (despierto) como primer ministro. Imposible. Porque son tan
diferentes, su forma de ver la vida es tan diferente, sus percepciones sobre
las cosas son tan profundas. Ningún país tendría tanto valor como para
nombrarle primer ministro porque el Ser
consiente traería el caos. Empezaría a cambiar todas y cada una de las
cosas, porque hay que cambiar todas y cada una de las cosas. El primer paso es
reconocer mi maldad, aceptarla honrarla, asumiendo quién y qué soy, y hacerla
parte de mí. Hay que destruir completamente el Sistema; sólo entonces se puede
crear uno nuevo. La renovación no sirve. Lo que hay que hacer es demoler el
Sistema y originar uno nuevo. Traigamos un nuevo ser humano. Alumbremos algo
nuevo, una nueva mente, una nueva consciencia.
Es ciertamente peligroso el tener a gente inconsciente en posiciones de
poder. Y cada vez se vuelve más peligroso, porque esa gente tiene más y más
poder y menos consciencia.
NO SEAS COHERENTE
¿Por qué? ¿Qué es ser coherente?
Ser coherente significa vivir de acuerdo al pasado. El río no puede ser
un fenómeno coherente. Sólo una charca puede ser coherente, porque no
fluye. El flujo por su propia naturaleza
tiene que ser incoherente, porque tiene que afrontar nuevas situaciones, nuevos
desafíos. Acaecimientos se acercan constantemente; el río tiene que responder
con espontaneidad, no de acuerdo al pasado.
El hombre coherente es un hombre lógico, su vida es unidimensional. El
hombre coherente vive en la aritmética, sigue la lógica. Si algo va en contra
de la lógica, él simplemente lo evita;
actúa como si eso no estuviera ahí, porque de lo contrario su lógica se ve
perturbada. El hombre lógico es el
hombre más pobre del mundo, porque la vida no consiste sólo en lógica. También
hay amor. Y el amor es ilógico.
La lógica es buena en el mercado, en la oficina, en la tienda, en la
fábrica, en los negocios, pero la vida no es sólo negocios. La lógica no es
buena cuando estás con tu pareja, tus hijos, tu familia, tus amigos. La mente
lógica es unidimensional. La vida es multidimensional. No la confines. No la
hagas lineal, no vivas como una línea. Vive las multidimensiones de la vida,
las multifases de la vida; y así no podrás ser coherente, porque la vida es
paradójica: Un momento es alegría, otro momento es tristeza.
Si eres muy coherente, entonces tienes que sonreír de continuo. El que
tu corazón esté llorando o riendo, no importa, tienes que ser coherente. El hombre que vive la vida en todos sus
aspectos, es un arco iris; vive todo el espectro del arco iris. Y no puede ser
coherente, tiene que ser incoherente.
Por supuesto, la sociedad respeta al hombre coherente, porque el hombre
coherente es predecible. Sabes lo que va a hacer mañana, sabes cómo va a
reaccionar. Al hombre coherente se le puede manejar, se le puede manipular
fácilmente. Sabes qué botones hay que apretar para que actúe. El hombre
coherente es una máquina, en verdad no es un hombre. Le puedes enchufar y
desenchufar y se comportará a tu gusto. Un hombre así está en tus manos.
La sociedad no te respetará, no serás un ciudadano respetable, pero ¿a
quién le importa? Sólo la gente mediocre se preocupa por el respeto de la
sociedad. Al hombre verdadero le
interesa sólo una cosa: si estoy viviendo mi vida o no, si la estoy
viviendo de acuerdo a mi propia visión o no. Se trata de mi vida y soy
responsable ante mí mismo.
La responsabilidad más grande no es hacia la Nación, hacia la Iglesia o
hacia nadie. La verdadera
responsabilidad es hacia ti mismo. Y esa responsabilidad consiste en que
tienes que vivir la vida de acuerdo a tu propia luz. Y tienes que ir a
dondequiera que la vida te lleve, sin hacer ninguna concesión.
El santo tiene carácter, por eso es respetado. El sabio no tiene
carácter, por eso es muy difícil reconocerle. Sócrates es sabio, Jesús es
sabio, Lao Tzu es sabio, pero es muy difícil reconocerlos, casi imposible,
porque no dejan rastro. No se ajustan a ningún molde. Son pura libertad. Son
como pájaros volando en el cielo, no dejan huellas.
El tener a un sabio por maestro es sólo para unas pocas almas sensibles,
porque los mediocres siguen al santo. Solamente muy poca, poquísima gente
inteligente, se sintoniza con el sabio, porque el sabio no tiene carácter y no
puede satisfacer ninguna de tus esperanzas. El
sabio te va a ofender, te va a defraudar, te va a agitar y te va a hacer
pedazos de muchas maneras. Poco a poco, te hará tan libre como lo es él. Anímate
se y busca a un sabio, lo único importante en tu vida eres tú, de allí depende
y se desprende todo lo demás.
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