martes, 9 de diciembre de 2014

LA CULPA. CÓMO PERDONARNOS A NOSOTROS MISMOS Por Ana Muñoz, junio, 2014



Entre mis investigaciones sobre los monstruos y fantasmas que nos invaden y no nos dejan ser, como la culpa, encontré este interesante artículo, donde la autora Ana Muñoz, la considera como  "una emoción que sirve para indicarnos que hemos hecho algo mal o algo que no deberíamos haber hecho. El malestar emocional que nos genera la culpa nos empuja a hacer algo para evitarla y a modificar nuestro comportamiento".
Asimismo, muestra qué puedes hacer cuando te sientes culpable:
1. Analiza el motivo de ese sentimiento. A veces, las personas se sienten culpables sin motivo. Por ejemplo, si una persona te pide que hagas algo por ella y tú te niegas porque consideras que es una petición poco razonable o que te perjudica de algún modo, puedes sentirte culpable incluso aunque no haya ningún motivo para ello. Por tanto, pregúntate, en primer lugar, si realmente tienes motivo para sentirte culpable, si de verdad has hecho algo mal o si tan solo estás haciendo valer tus derechos, expresando tu opinión o preferencia, negándote a hacer algo que no deseas hacer, entre otros.. Todas estas son cosas a las que tienes derecho y es posible que tengas que recordar cuáles son tus derechos antes de empezar a hacerte reproches. Por ejemplo, recuerda que tienes derecho a decir o, a no hacer algo que no deseas, a hacer valer tus derechos, a dar tu opinión, a no obedecer los deseos de los demás, entre otros.
En otros casos, las personas se sienten culpables por hacer cosas que se habían prohibido a sí mismas o por no actuar de acuerdo a los estándares que habían establecido. Por ejemplo, puedes sentirte culpable por saltarte la dieta y comerte un dulce o por no hacer un trabajo absolutamente perfecto. Obviamente, si quieres mantener esa dieta o hacer tu trabajo lo mejor posible, la culpa puede servirte de ayuda y puede ser positiva, siempre y cuando la manejes correctamente cuando aparezca. En estos casos, el mejor modo de manejarla consiste en considerarla una señal de aviso que nos da información que podemos utilizar para mejorar. Por ejemplo, tras sentirte culpable por comerte el dulce puedes pensar: “Está claro que si voy a un lugar donde hay dulces me cuesta bastante contenerme, así que la próxima vez me mentalizaré mejor o recurriré a alguna estrategia que me ayude, como beber agua, entre otros.. Además, puedo tratar de evitar estos lugares en la medida de lo posible, pedir su colaboración a mis amigos, entre otros..”. Es decir, la persona de este ejemplo está utilizando sus sentimientos de culpa para aprender algo de sí misma y buscar soluciones y estrategias para regular mejor su comportamiento y en vez de machacarse y criticarse a sí misma sin piedad.


2. Emendar tus errores. Si realmente has hecho algo mal y, por ejemplo, has causado un daño a una persona, entonces el mejor modo de lidiar con la culpa consiste en hacer algo para enmendar tu error. Por ejemplo, puedes pedir perdón a esa persona, pagarle algún posible daño material causado, invitarle a comer como un modo de compensar, ofrecerte a hacer algo por ella,entre otros..
A veces, la culpa te está indicando que es necesario que hagas algún cambio. Si trabajas durante tantas horas que no tienes tiempo para estar con tu pareja o hijos y te sientes culpable por ello, puede que necesites buscar un modo de compensarles. Por ejemplo, puedes proponerles hacer algo divertido juntos los fines de semana (como ir a algún lugar especial) y reservar para ellos el sábado o domingo sin excepción y sin teléfono móvil.
Es decir, la culpa implica a menudo poner en marcha tu cerebro para buscar soluciones que compensen el mal que has podido causar a otros o para cambiar conductas, hábitos o incluso estilos de vida. Para lograr esto es importante que detengas en tu mente los pensamientos de autocastigo y autocrítica y actives en tu mente el modo de “solución de problemas”.
3. Aceptación. A veces, por mucho que intentes reparar el daño causado, no es posible hacerlo. Por ejemplo, tu pareja podría no querer perdonarte una infidelidad y romper la relación contigo. O tu relación con un amigo puede enfriarse mucho porque piensa que le has fallado a causa algo que has hecho. Si, tras intentar reparar el daño causado y hacer todo lo que está en tu mano para enmendarlo, te das cuenta de que no es posible, entonces es el momento de aceptarlo y seguir adelante. Dado que ninguna persona es perfecta, es normal que a veces cometamos errores y, como consecuencia, podemos perder algo o a alguien que es importante para nosotros. En este punto tan solo podemos aceptarlo y aprender la lección para que no se repita en el futuro con otra persona.


En definitiva, si la usas bien, la culpa puede ser una emoción valiosa que te ayuda a conocerte mejor, enmendar tus errores, aprender nuevos comportamientos, hacer cambios positivos en tu vida y mejorar tus relaciones con los demás. Mal utilizada solo te lleva al autocastigo y al dolor y no trae nada bueno. Por tanto, úsala bien y tendrás mucho que ganar.

CONOCE LA IMPORTANCIA DE LA FIGURA PATERNA EN LOS HIJOS



El modo en que estas figuras paternas actúen, afectará de manera contundente en el desarrollo psicológico y físico de los niños.
Ser un padre o madre no es sólo un título que implica continuidad y descendencia. Ser un padre y madre es realmente transmitir nuestras fortalezas, inseguridad y costumbres durante el proceso de la crianza.
Por consiguiente, las figuras paternas, aquellas personas que fungen el rol de mamá y papá, se encargarán de lograr que el hijo adquiera perspectivas propias y personales. Es decir que, sin necesidad de ser los padres o madres originales, los “papás adoptivos” (abuelos, tíos, hermanos o tutores), son la base que dará fuerza a superar cualquier obstáculo a través de la guía, el cuidado, el afecto y los límites que los niños necesitan.

Es decir que el modo en que estas figuras paternas actúen, afectará de manera contundente en el desarrollo psicológico y físico de los niños. Por lo que, la ausencia de cualquiera de estas figuras provocará una alteración en el estado del niño.
Por ejemplo, la figura del papá implica una enseñanza activa en relación con la autoridad y las prohibiciones, la exploración de los lugares, el modelo de comparación, entre otros. Por ello, te compartimos así seis hechos científicos que nos explican la influencia de la figura paterna (del papá) en nuestro desarrollo psicológico:
La figura paterna tiende a interactuar dinámicamente a través del juego más activo, ya que no sólo se enfoca en planificar y organizar hacia un cuidado, sino en explorar y aprender. Además, este tipo de actividades incentiva a tomar riesgos que los ayuden a controlar tanto el cuerpo como las emociones; y de ese modo el niño puede desarrollar su habilidad para lidiar con situaciones de estrés y resolución de problemas, así como el manejo de crisis y sentido de seguridad. Es darles un mensaje de que el mundo es seguro e incierto, pero necesitas ir y explorarlo. El tiempo de juego con la figura paterna influye en el compromiso a las relaciones interpersonales, así como en la expresión de la empatía. De acuerdo con un estudio publicado en 2002, se puede predecir el apego de los adolescentes a través de la sensibilidad paterna; es decir que la figura paterna debe aprender a distinguir cuándo es necesario desafiar al niño y cuándo dejarlo disfrutar del juego; a distinguir entre tiempo de calidad en demostrar el amor que se les tiene. El rechazo de la figura paterna puede lastimar al niño, incluso más que el rechazo de la figura materna. Según Ronald Rohner, del Ronald & Nancy Rohner Center of the Study of Interpersonal Acceptance and Rejection, el amor de la figura paterna contribuye en el desarrollo de la personalidad del niño. En caso que la figura paterna rechace al niño, entonces éste último podría generar sentimientos de inseguridad, ansiedad, hostilidad, conductas de abuso de sustancias o problemas de comportamiento. 

Además, el rechazo paterno también puede alterar la habilidad de confianza en los demás (en especial en sus relaciones amorosas).Una relación negativa entre figura paterna y niño puede desencadenar una personalidad regida por el estrés. En 2012, un estudio demostró que los hijos que reportaron una relación positiva con su figura paterna podían manejar el estrés de manera adecuada; mientras que, aquellos que percibieron una relación negativa, tendían a ser víctimas del estrés y a encontrar problemas en su habilidad de resolución de conflictos. Las figuras paternas también sienten amor a sus gracias a la oxitocina, la hormona del apego. Varios estudios sugieren que los padres incrementan sus niveles de oxitocina durante la época de la crianza. La manera de demostrarlo es a través del juego, cuando los levantan por los aires o consiguen que el bebé se ría.
Es importante tomar en cuenta que la ausencia de un padre no lleva al fracaso en la relación familiar ni en los hijos. Por lo que, en el caso que alguno de los padres sea violento o negligente con las necesidades de los miembros de la familia, es indudable e indispensable que ese miembro se aleje.

Después de todo, las figuras paternas (padres originales o adoptivos, abuelos, tíos, hermanos) son aquellas que incentivan el crecimiento psicosocial de los niños. Por lo que el amor y el cuidado que los niños reciban, fomentarán su bienestar tanto físico como emocional.

Las raíces más profundas de la homosexualidad son no sexuales


Autor: Escuela virtual para padres
Durante muchos años y en las últimas décadas, los científicos y psicólogos de todo el mundo han intentado dar una explicación a las causas de la homosexualidad. Gracias a estos estudios, hoy podemos afirmar que la homosexualidad, en la gran mayoría de los casos, es originada por la falta de identificación de un niño con el padre de su mismo sexo.
La seguridad de un niño depende de tres vínculos importantes:
Madre-hijo, Padre-hijo, Padre-Madre

Un niño es afectado y reacciona por las formas y vivencias que tenga ante este hecho, así que no se puede pasar por alto el poderoso rol que los padres juegan en la adquisición de identidad como varón o como mujer en un niño. El Padre y la Madre son nuestros primeros y más influyentes modelos de lo que es un hombre y una mujer y ayuda a determinar cuáles características aprenderemos y que son propias de nuestra identidad de género. A través de relaciones con los padres, la calidad esencial de masculinidad o femineidad del niño es aprobada, reforzada y llamada a una madurez y equilibrio crecientes.

El impacto del Padre del mismo sexo

El hierro con hierro se afila, y un hombre con otro se forja – Proverbios 27:17

A través del padre del mismo sexo, obtenemos o no, una fuente necesaria de identificación que incorporamos como parte de nuestra propia calidad de masculino o femenino.
Un niño varón tiene ciertas necesidades que solamente su padre puede llenar, lo mismo aplica con una niña y su madre. Las necesidades del niño pueden ser resumidas con tres palabras: Fortaleza, poder y protección. Es vital para los niños varones desarrollar una personalidad activa en vez de una pasiva.
Bajo la cobertura de su padre el varón se siente libre para explorar su mundo y aprender mediante pruebas y errores. La fortaleza, poder y protección de su padre hacen que esto sea posible. Estos sentimientos que su Padre le produce se transfieren con AMOR, afirmación y un sentido de Pertenencia. El niño está seguro en la identidad de su padre y acepta esa identidad para él.

¿Qué es lo que hace que un hombre homosexual salga a las calles a buscar un compañero sexual?
Aunque algunos hombres pueden tener conocimiento de esto, su búsqueda no es de sexo, sino de intimidad. Ellos están buscando en otro hombre los elementos de amor paternal que les fueron negados, la homosexualidad es una búsqueda de encontrar fortaleza, poder y protección de una figura masculina y restituir el padre que no tuvieron.
Esta interrupción entre el vínculo Padre-Hijo, puede ser generado por muchos factores, como la ausencia de un padre o figura paterna, cuántos niños crecen con un tío, abuelo, primo, hermano o incluso un amigo como modelo de masculinidad; un padre presente pero ausente por cuestiones de trabajo o indiferencia, un padre violento o maltratador y un factor muy imperante en la cultura latina, la figura fuerte de una madre sobre protectora y un padre con profundas ideas de machismo.
Si por una alguna razón el niño percibe al padre del mismo sexo como dañino o rechazador, se interrumpe la vinculación y la conexión normal antes descrita.
En algunos casos, el padre no significaba nada pero estaba quizás ausente debido a una hospitalización a un divorcio. En algunos casos, el padre esta psicológicamente alejado y tiene poca interacción en el niño. En otros casos, donde ha habido abuso o malos tratos, el padre lleva una gran responsabilidad. Algunos pueden entonces estar poco dispuestos a relacionarse mayormente con el padre, diciendo, "Tú me lastimas; no voy a dejar que me lastimes más", “Tú me agredes verbalmente con palabras hirientes como: No seas mariquita, pareces niña”, entonces yo me distancio de ti. Y en vez de unidad con el padre hay separación y el niño sediento de identidad al no encontrar en su padre un modelo de crecimiento, entonces traslada esa búsqueda hacía la madre y siguiendo este mismo ejemplo, una madre sobre protectora en su afán de proteger a su hijo defiende y daña inconscientemente la identidad de su varón, entonces el niño comienza a aprender modelos del genero opuesto.
Cuántos Padres hoy en día aún creen que el demostrar a un hijo varón cariño y amor es signo de debilidad y poca hombría, siendo que el efecto es totalmente inverso. No es casualidad que en poblaciones donde el índice de machismo es elevado, en la siguiente generación la tasa de homosexualidad en la población también lo es.
Causas No sexuales
Las raíces de la homosexualidad por consiguiente no son sexuales. El deseo de interacción sexual proviene simplemente de un deseo de amor, seguridad, afirmación y de alguien que diga “estas bien”.

Al no tener una figura que te proteja, te aliente y te ame, entonces el temor y el aislamiento comienzan a ser un sentimiento y problema psicológico en un niño que no tiene conexión con una figura paterna.
La falta de modelo del mismo sexo crea problemas al niño al ir creciendo. Si un niño varón solo tiene la influencia de su madre en su vida, reaccionará al mundo en la forma en que cree que su madre reaccionaría. El niño comenzara a tener problemas de relación con sus compañeros de edad en la escuela, sus compañeros rápidamente captarán su afeminamiento y lo ridiculizarán, excluyéndolo de su círculo de amistad. De esta forma el niño es aislado completamente de su segunda oportunidad de tener afirmación masculina: sus compañeros de mismo sexo.
Por su parte una niña que haya desarrollado una fuerte identidad con su Padre también se encontrará a sí misma separada a veces de su grupo de compañeras y de sus intereses comunes. Con frecuencia echará de menos su acercamiento femenino a la vida y se excluirá de toda afirmación.
Uno de los principales problemas fundamentales de la homosexualidad es una falta de pertenencia y afirmación. El rechazo de los compañeros puede jugar un papel importante en afirmar la diferencia de un niño y el rechazo. Los niños “diferentes” se enfrentan a una pertenencia negada... ya que no pertenecen al Grupo de Niños de la escuela por ser débil, retraído, pasivo, amanerado y comenzando una búsqueda de un sentimiento de intimidad que se les ha negado sin poder compartir secretos y camarería que el resto de chicos si tienen.
Así el niño interpreta, Mi Padre me rechaza, Mis compañeros del mismo sexo me rechazan, entonces decide aislarse y construir un Muro Invisible entre él y las personas de su mismo sexo ya que esto solo le causa dolor y rechazo, Y una vez más a un nivel más fuerte sólo encuentra pertenencia y seguridad en la Madre, reafirmando aún más ese vínculo con ella.

Comienza el Proceso hacia la homosexualidad

Un niño que ha sentido el dolor del rechazo comienza a envidiar subconscientemente el poder ser aceptado por otros varones, aquí comienza un proceso que de concluirse el niño o adolescente será conducido hacia lo que algunos llaman “orientación homosexual”
Todo comienza con una Simple COMPARACIÓN del niño con otros; al sentirse menos que los demás por tanto se llega a la conclusión que es Diferente a los demás.

Llega el descubrimiento de que uno no puede cumplir con las normas del grupo, el niño ya no intenta interactuar con sus amigos y se conforma admitiendo su debilidad.
Esto comienza a despertar en el niño una ADMIRACIÓN de aquellos que son mejores que él de alguna forma. El comienza a notar que son más aptos en los deportes, son más fuertes, son más guapos, tienen mejor cuerpo, son más inteligentes y todo un conjunto de virtudes. Se comienza a sentir entonces una admiración predominante por aquellos que tienen valor y cualidades que el niño le gustaría poseer.
En alguna parte a lo largo de este proceso, esta admiración se comienza a tornar en ENVIDIA y un fuerte deseo de poseer. Generalmente siempre hay una persona especial que es objeto de esta envidia y admiración, así este niño crece y llega a la pubertad, reafirmando con cada evento traumático en su vida social una y otra vez este proceso.
En la Pubertad, mientas el deseo sexual comienza a emerger, este deseo simplemente se dirige hacia lo que el niño siempre ha estado enfocado, su objeto de admiración y envidia y así esta envidia se convierte ahora en un deseo erótico. En la vida para muchos este proceso no llega a su fin, pero para la persona homosexual este deseo sexual hacia una persona de su mismo sexo parece completamente natural debido a que comenzó como un deseo no sexual, un simple deseo de pertenencia y afirmación.
Décadas más tarde, la persona homosexual puede estar aún en una búsqueda de reemplazo de este primer amor. Desean fuertemente que esta persona sea su “mejor amigo”. Tienen fantasías sobre estar solos con esta persona y poder relacionarse íntimamente con ellos.
Con la experiencia de oír cientos de historias de cómo un hombre llego a descubrir su homosexualidad, siempre están inmiscuidos estos factures. La falta de una figura paterna, el rechazo de su entorno social de su mismo sexo, una madre sobre protectora y finalmente durante la pubertad un “enamoramiento” hacia un varón que tiene grandes virtudes.


Hemos descubierto que el patrón de la homosexualidad se desarrolla durante un largo período de tiempo desde la infancia hasta la adolescencia. Debido a sus comienzos tempranos puede parecer algo innato, natural o constitucional, pero no lo es. En algún lugar de la pubertad, la persona llega a estar consciente de que este interés en gente del mismo sexo no es normal y de que sus compañeros o compañeras están mudando sus intereses hacia deseos hacia el sexo opuesto, el diseño natural de la sexualidad que Dios diseñó, la heterosexualidad.

¿EFECTO ESPEJO?: VER EN EL OTRO SUS PROPIOS DEFECTOS



No hay nada más fácil que ver los defectos de los demás, antes que los suyos. Pero hay quienes no solo se detienen a ver los de terceros, sino que sus propios errores y debilidades las trasladan a esas personas para hacerlas sentir responsables de sus actos. Cuidado.
Muy bien se ha dicho que es bueno tener cuidado a la hora de seleccionar a los enemigos, porque quizá eso que no aceptamos de nosotros es lo que vemos en ellos y es justo lo que nos lleva a catalogarlo como persona no allegada a nuestros afectos.
Y es que aceptar los propios defectos, las debilidades, los errores, es una de las tareas más titánicas en el ser humano. Por eso se elige el camino más fácil que es el del señalamiento, el de trasladar eso que no nos gusta en los demás o peor aún, engañarnos y creer que los demás tienen la culpa de lo que somos.
Pero es bueno detenerse y evaluar si está cayendo nada más y nada menos que en el efecto espejo, que es ver en el otro lo que es usted y no aceptarlo.
Antes de criticar al otro, pregúntese si eso que está diciendo es lo que tanto teme en usted. Es hora de decir con el corazón en la mano: Espejito, espejito.

A ver, estas preguntas, respondidas por el psicólogo social Freddy Cristancho.:
 ¿Por qué algunas personas suelen trasladar sus propios errores a otros, y no aceptarlos como propios?
Algunas personas caen dentro de un mecanismo de defensa llamado proyección, que les permite ver en otras personas sus propios defectos o virtudes y tienden a sentirse amenazados por inseguridad o baja autoestima.
El ser humano siempre ha replicado comportamientos dentro de su círculo social y por esta razón algunas personas regidas por la caracterización de su personalidad tienden a criticar en los demás lo que saben y reconocen como sus propios defectos.
De lo que se trata es de darnos cuenta que es una caracterización muy constante en nuestra sociedad actual, para justificar los propios actos como un supuesto acto de venganza o de presunta igualdad, cuando en realidad es la falta de reconocimiento y aceptación entre el propio ser y los demás.



¿Por qué puede una persona convencerse de los errores del otro cuando son los propios? ¿Este comportamiento es consciente o inconsciente?
La primera crianza en la vida es la que se produce en la familia; por eso cuando un niño comete un error debe ser corregido por sus padres. Si es el caso se le debe castigar, pero no podemos justificar los errores o fallas del niño en aspectos ajenos a él, puesto que esto creará más adelante la posibilidad de que todo lo que él haga no sea su culpa y que tiene derecho a fallar, pues los demás son los responsables.
Este comportamiento que a veces parece inconsciente no lo es dentro de un cerebro sano, puesto que una de las características del hombre es la de razonar y entender cuando falla y cuando acierta, si sus esquemas sociales y humanos  están bien organizados en su mente y su pensamiento.

¿Le ha pasado con un compañero de trabajo?
Esa persona no trabaja en equipo, no es responsable, no delega, entrega tarde, y a la hora de hacer el balance, es capaz de decir ante su jefe que las fallas que se dan en el grupo son precisamente culpa de los otros. No es capaz de admitir que él al igual que sus compañeros hace parte de su dinámica de trabajo y que su descuido frena a los demás.
En este tipo de casos, la mejor actitud a tomar como compañero es la del respeto, y con ese mismo respeto decirle que quien tiene el problema o comparte el problema con otros es él. “Si nos damos cuenta el perfil de estas personas se caracteriza por su inseguridad y la falta de confianza hacia los demás”,
¿Alguna vez le ha pasado con su pareja?
“Es que solo vives celándome”, “es que no eres capaz de sentarte un segundo a escucharme”, “es que solo te la pasas viendo en mí eso que tú no haces por ti misma”.
Después de ser emitidas estas frases, usted se detiene y se da cuenta que todo lo anterior es su pareja, alguien que vive celándola, que poco escucha y que a cambio acude a los gritos, a los reclamos, pero no a la reflexión. Tanto así que todo lo que él es, se lo traslada a usted, como si fuera mérito propio.
Así que la pregunta a hacerse es: ¿cómo decirle a su pareja que solo se está reflejando en usted y no está siendo consecuente con lo que dice?
El psicólogo social Freddy Hernando Cristancho explica que “cada pareja pasa por diferentes etapas dentro de su proceso de enamoramiento y sostenimiento de la relación, y que  lo  importante es darse el tiempo para  conocerse bien y poder comprender el porqué de los comportamientos del uno y el otro. Ese conocimiento de la pareja sumado al conocimiento previo nos ayudará a entender y comprender si hemos caído dentro un mecanismo de defensa, al no ser capaces de corregir o aceptar nuestros propios errores”.
Hecho el análisis, el paso a seguir es no discutir por quién tiene la razón y quién no.
“Realmente la mayoría de personas no aceptan que es por sus propios defectos que actúan de esa manera y se requiere de mucha confianza para poder entrar en el campo de la autoculpabilidad. Se necesita hablar mucho, intentar por todos los medios no confrontar y menos revivir momentos del pasado, en estos casos los momentos del pasado son navajas que abren heridas, puesto que son ventanas abiertas a una realidad del presente”, agregó Cristancho.
El método más eficaz, según el profesional, es lograr una gran confianza para abordar acertadamente el diálogo constructivo y eficaz donde la pareja tenga la oportunidad de enriquecer la relación y fortalecer la falta de seguridad en los dos.


Cómo no culpar al otro paso a paso...

¿Cuál debe ser el proceso a elaborar para no caer en ese señalamiento de los propios defectos en otros?
Estas son algunas reflexiones a llevar a cabo, según explicó el profesional consultado, para que no termine señalando a los demás de sus propios actos.
1.- El primer y quizás único camino es aprender a reconocerse a sí mismo. Muchas personas pasan su vida sin saber siquiera quiénes son, de qué son capaces y qué sería de una vida donde ellos fueran los verdaderos artistas y artífices de sus propia decisiones.
2.- Del autoconocimiento debe pasar a la aceptación. Aprenda a ver con otros ojos las situaciones de la vida, a saber que nadie tendrá siempre la razón, pues cada persona vive en su propio mundo, un mundo donde no hay personas perfectas pero sí personas y momentos que le alegran la vida.

3.- Recuerde que la madurez no está relacionada con la edad de las personas. La madurez radica en el momento en que aprende a entender el papel que tiene en su vida, cuando es capaz de asumir las riendas de sus propios actos y cuando es capaz de sembrar amor y cosechar un amor más grande en un mundo de sueños cumplidos

miércoles, 3 de diciembre de 2014

LO QUE REALMENTE VALE LA PENA

La amistad en una relación de pareja es fundamental, no basta sólo con el deseo, no basta sólo con la pasión, no basta sólo con la ternura, lo ideal es, que además de los puntos anteriores, exista la amistad, nada más maravilloso que tu pareja sea tu principal cómplice, imagina lo grandioso de hacer el amor con tu mejor amigo o amiga, donde además de la pasión siempre exista diversión, donde no tengas que explicar siempre el chiste. Entonces, no sólo pienses en hacer el amor, piensa igualmente en hacer la amistad, recuerda que por el amor y el sufrimiento irracional, que a veces generan las relaciones afectivas, ganamos negativismo y no disfrutamos de la vida plenamente.

Un sinnúmero de personas son víctimas de relaciones amorosas inconvenientes y no saben qué hacer al respecto. El miedo a la pérdida, a la soledad, al abandono, y otros, infecta la relación amorosa y la tornan frágil y débil. Porque, un  amor incierto es una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier instante y lesionar intensamente. Es preciso educarnos y educar a los nuestros en el amor, éste es una emoción, pero más un sentimiento el cual debe manejarse de la mejor manera: pensado y razonado.  Fíjate en esto, si enloqueces por la persona amada te pierdes a ti mismo, te vuelves irracional, sin rumbo, despistado por y en el amor. Apasionarse en cambio implica sentir entusiasmo, deseo del bueno, impulso esclarecedor. No es transitar en círculos, es despertar. Apasionarse no es idiotizarse.


La dependencia emocional no te hace feliz porque en su centro duro conlleva miedo a perder al otro, posesión, falta de libertad y a la larga pierdes tu identidad. ¿Los drogadictos también son felices? Esto no es filosofía sino realismo puro y duro. Si amas con INDEPENDENCIA serás mucho más feliz porque tu mente estará tranquila. Cada quien elige el tipo de amor que desee. Esto no implica que la pareja no te duela o que seas indiferente, sino que siempre seas tú mismo. Negociar tu yo no es amor
Cuando la infidelidad no se ve, la sospecha empieza a molestar: “Algo ocurre”, “Cada vez está más distante”, “Está llegando tarde”, “Me habla menos”, y así. Una frialdad sutil, lenta e implacable, se va apoderando de la relación hasta congelarla.
El intercambio afectivo debe ser mutuo, debe ser de parte y parte. Es común ver que muchas personas confunden amor con sacrificio, creen que porque aman a su pareja su misión debe ser únicamente complacerla y darle afecto, pero un amor sano, duradero y que no genera sufrimiento es aquel donde se expresa recíprocamente, donde ambas partes dan y reciben afecto
Los problemas siempre van a existir, porque si no la vida no tuviese sentido, sería aburrida porque todo sería perfecto, color de rosa. ¿Tienes un problema? BUSCA LA SOLUCIÓN, cambia tu perspectiva, encuentra el 'por qué' y cámbialo buscándole la vuelta.

Callar dicen por ahí es una virtud de sabios y ser tolerante puede ser a veces un buen recurso... Pero cuando se trata de defender nuestra vida no hay silencio que valga ni tolerancia. Y como dice la Biblia "Porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía sino de amor, poder y dominio propio" hoy levanto mi voz en señal de apoyo a todas esas hermosas mujeres que han pagado con su vida al ser víctimas de violencia doméstica para recordarles a las que todavía la sufren que la tolerancia tiene un límite y que Dios no te ha creado para estar en debilidad y esclavitud si no para vivir en gozo y libertad.
Lo femenino es un mundo especial, lleno de vida, de creación, de valentía, un mundo único digno de ser respetado.

¡Habla! Callar duele más. ” No a la violencia contra las mujeres"
Lee con atención esta pequeña historia que te traigo: Las hermanas Mirabal, “LAS MARIPOSAS” Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, fueron tres mujeres de Ojo de Agua, paraje perteneciente a una pequeña provincia de la República Dominicana llamada Salcedo. Estas mujeres tuvieron la valentía de luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente contra una de las tiranías más férreas que ha tenido Latinoamérica, la de Rafael Leonidas Trujillo. Actitud por la que fueron perseguidas, encarceladas varias veces y finalmente brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960. En honor a estas valientes hermanas, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer. Esto fue establecido en el Primer Encuentro Feminista en Bogotá, Colombia en el año 1981. Las hermanas Mirabal son también conocidas y representadas como las "Mariposas", por ser este el nombre secreto de Minerva en sus actividades políticas clandestinas en contra de la tiranía Trujillista.


Sal del rito, arranca el pasado, pasa la página, es hora de cambiar, decídete a hacer algo que te de miedo. El miedo se debe a lo inexplorado y se desafía DE FRENTE, supéralo.


SUSTENTADO EN WALTER RISO

LOS PENSAMIENTOS EMOCIONALES DAÑINOS



Las personas perecieran que nos desarrolláramos en una sociedad emocionalmente enferma. Existen emociones que al transformarse en estados parasitarios socavan la energía y frenesí de las personas. Estos pensamientos gorrones zanjan, lesionan y hacen desnaturalizada la vida de quienes lo sobrellevan. Las emociones enfermizas terminan perjudicando la salud física, corporal y social de la persona que los sufre.
Las emociones parasitarias de odio, frustración, apatía, envidia, timidez, pánico, preocupación o  venganza no sólo son crónicas en sí mismas, además, inducen un estado de enfermedad mental que finaliza perturbando inclusive la salud corporal.
Las emociones destructivas provocan incomodidad no únicamente en la persona que las sufre sino que se propagan como en frecuencias continuas en el medio de los seres con los que se coexiste. Las emociones son contagiosas: si uno se ríe todos ponen cara de sorpresa y de alegría, finalizando al compartir la sensación de felicidad. Paradójicamente,  si las personas  en nuestro entorno se sienten tristes y acongojadas esa sensación de abatimiento, de desinterés y de nostalgia desconsoladora penetra el ambiente físico y emocional de quienes están cerca.
Las emociones negativas y nocivas de odio, de culpa, de envidia, de insatisfacción permanente, de agitación, de desesperanza, de desconfianza necesitan un tratamiento quirúrgico de intervención radical cuando se han excedido bien por su intensidad o bien porque perduran  durante mucho tiempo afectando el estado de ánimo y la personalidad global del sujeto. Si una persona vive durante años triste bajo el influjo del dolor, la preocupación, el desengaño, acaba siendo una personalidad melancólica e impotente. Las  emociones negativas o positivas suelen ser estáticas es decir están actuando permanentemente sobre el sujeto y sobre su ambiente como si de un campo magnético con electrones negativos y con fuerte carga destructiva se tratara.
¿Se puede evitar el estado  emocional enfermizo, destructivo, negativo y doloroso? Las emociones negativas están actuando de modo permanente y acaban corroyendo y destruyendo el buen carácter de las personas y de los seres que conviven con ellas. Son como un cáncer que lo va invadiendo todo.
Una sociedad en la que abundan en porcentajes elevados las personas tristes, insatisfechas con su trabajo, a disgusto en su dinámica relacional con las personas con las que conviven o con las que trabajan, acaba siendo una sociedad enferma, caracterizada  por un clima sociocultural exacerbado por la irritabilidad, la bronca, la pelea, la agresividad y el desasosiego. En este caso se precisaría una terapia socio-política a gran escala a través de los medios de comunicación, mediante la acción generalizada sobre el mayor número posible de personas en las organizaciones laborales, en los partidos políticos, en los centros educativos, en los espacios del ocio. La sociedad deprimida tras una catástrofe natural, una guerra requiere un tratamiento de choque y restablecimiento del equilibrio y bienestar emocional.
Son variados los caminos que podemos seguir en la dinámica de la intervención para erradicar la emocionalidad negativa, parasitaria, destructiva y enfermiza. Por ello, lo preciso sería realizar un diagnóstico individualizado y colectivo
En primer lugar se precisa de un diagnóstico individualizado y colectivo, una toma de conciencia de cómo los están afectando los estados emocionales de ira o de venganza, de tristeza o dolor, de culpa o inhibición.
Se obliga, además,  tomar conciencia también de las causas que explican nuestro estado de ánimo de tristeza o de angustia, para intentar erradicar los problemas y los factores o circunstancias que generan esa situación anímica. Se trata de ofrecer una dinámica resolución creativa de problemas buscando alternativas eficaces a ese estado emocional de tristeza, por ejemplo escuchando una comedia, asistiendo a espectáculo teatral divertido, viendo o practicando actividades que nos producen placer y alegría como puede ser el baile, la canción, o escuchar a un  humorista.
En la dinámica de superación de los estados emocionales negativos o destructivos podemos seguir algunas de estas recomendaciones.
Se ha de efectuar como una acción  purgativa o quirúrgica, que consiste en vaciar o eliminar ese estado, modificando todo aquello que nos produce desagrado, tristeza o ira. Se trata de aplicar el símil del sistema excretor humano  que va eliminando  los detritus del  sistema inmunológico linfático, los virus, las bacterias, los residuos nocivos para el organismo a través de la vejiga, de la orina o de la evacuación.
La dinámica de la purga, reside en eliminar mediante actividades patéticas de movimiento o agitación las sensaciones parasitarias que impiden e inducen un estado emocional de molestia, resentimiento e insuficiencia. Se trata de superar mediante una acción exagerada de carácter polémico y discordante aquellos espíritus perversos, los virus insensatos que se zarandean en los sumideros de nuestro yo emocional.
Muy a menudo se precisa una intervención esencial en la que interceda un cirujano, un psicólogo, un amigo  o persona que nos entienda, nos fortalezca y nos abra los ojos a la esperanza.
Por lo regular es preciso curarse en salud, atendiéndose con cariño y prontitud como cuando uno tiene una malestar corporal, proporcionándose los cuidados precisos, comprando objetos que nos gustan, acompañándonos de  las personas con las que nos sentimos a gusto, porque nos comprenden, nos soportan, nos compadecen, nos animan y nos ayudan a entender mejor la vida y a vivir con  tranquilidad y felicidad.
Sería muy recomendable crear vacunas antidepresivos, antiodio, antiviolencia, antitristeza,  anti abatimiento, antivenganza,  antirabia, algo así como  una vacuna preventiva. ¿Cómo podemos prevenirnos para que las emociones negativas no se conviertan en un virus que acabe con nuestra salud emocional?
¿Cómo podríamos hacer para que desaparezca  el malestar emocional de la envidia, del fracaso, de la inhibición, de los miedos, de los malos tratos, del desamor, de los odios,  y el equilibrio y encuentro emocional agradable  puedan alcanzar a todas las personas que tenemos cerca  o  están lejos?
Se trata de una terapia emocional creativa, expresiva y liberadora extendida en la familia, la escuela, los grupos de amigos y los programas de televisión. En ella habrá  de tenerse presente la evitación, denuncia o rechazo de la tipología de emociones nocivas y dañinas que emponzoñan las relaciones humanas en la familia, la escuela y la empresa, dejando como resultado enfermos crónicos, de por vida, a seres alicortados, maltrechos, bonsáis, que han nacido con una genética de seres multidimensionales, talentudos y poderosos en su interior disminuido.
 


TIPOLOGÍA DE EMOCIONALIDAD NEGATIVA TÓXICA.

 LA EMOCIONALIDAD ACHACOSA DESVALORIZANTE ESCULPIDA.
Exploremos algunos de los pensamientos emocionales que constituyen la base de una emocionalidad negativa argumentada en frases y razones mentirosas, como por ejemplo: Me das asco. Tú no vales nada. Eres un inútil. A ver  cuando aprendes. Siempre te  estás equivocando.... Se trata de frases asesinas que  hemos escuchado durante mucho tiempo en la familia, en las aulas, en el grupo de amigos que nos quieren  pero  que nos hacen  mal y nos dañan señalándonos permanentemente nuestros defectos sin ayudarnos u ofrecernos vías de mejora y resolución.
A menudo estas conductas emocionales negativas son el resultado del recuerdo grabado a sangre y fuego en la memoria  afectiva desde la infancia por experimentar el carácter envidioso o triste o deprimido de las personas que amamos y que nos modelan cómo pueden ser nuestros padres, nuestros abuelos o nuestros hermanos. Las conductas emocionales negativas de tristeza o de odio permanente acaban constituyendo un troquel en el que se conforma, se modela y se configura un estado emocional que afecta a la personalidad entera del sujeto, constituyendo un rasgo definitorio de su carácter. En este sentido la influencia negativa de los amigos, de los padres, o de las figuras de autoridad y de prestigio suelen ser muy contraproducentes o muy beneficiosas dependiendo del estado o tendencia emocional de las personas a las que admiramos, que se convierten por el afecto, el aprecio  o la alta valoración en figuras modélicas de influencia fuerte  consciente e inconsciente.
LA IMPACIENCIA PRÓXIMA A LA INCERTIDUMBRE.
A menudo nos preocupamos sin querer por cosas que han ocurrido, que nos han disgustado, que nos han proporcionado dolor o malestar. Están en nuestra conciencia de modo permanente. Nos afectan directamente, convirtiéndonos en personas tristes ansiosos o angustiadas.
De esta preocupación continúa se deriva un estado de impaciencia, de agitación, de excitación irritable,  o de  estrés nervioso emocional. Se trata de una preocupación permanente que no desemboca nunca en una ocupación operativa y eficaz. Lleva a la inoperancia, a la inhibición y a la impotencia. No hago nada, me quedo inhibido, para evitar que me critiquen o para no cometer errores o fracasos.
La despreocupación, fruto de un estado vital sosegado de esperanza, fe y seguridad en uno mismo.  Se trata de la dimensión contraria a la preocupación. Sólo nos preocupamos en el proceso de clarificar con seguridad las acciones que nos van a llevar al acierto y al éxito. Después mantenemos un estado de paciente esperanza, de calma y espera  a intranquila. Se trata del estado derivado de los procesos de relajación, equilibrio y bienestar profundo no solamente emocional o psicológico sino también corporal.
EL ABURRIMIENTO COMO ESTADO DE INACTIVIDAD APÁTICA.
 La falta de intereses, aficiones  y propuestas interesantes que hagan atractiva la propia vida en su devenir diario nos lleva a un aburrimiento vital, resultado de la monotonía, la falta de estímulos exteriores e  interiores, la inercia en la reiteración de actividades sin variación y sin ilusión, la desmotivación o falta de intereses y motivos específicos para actuar, para elegir, para determinarse por uno mismo a llevar una vida propia. Esta actitud vital desilusionada conlleva un estado de abatimiento, de inactividad, de pasividad improductiva. Este vacío existencial acaba en el despropósito de la depresión y la angustia.

La diversión y atracción como seguro gozo de vivir, sin aparentes razones. Es preciso encontrar cosas interesantes que satisfagan nuestros deseos y necesidades. Pueden ser lecturas. Se puede tratar de películas o deportes. Se puede muy bien ocupar uno en la convivencia y el diálogo con los amigos. Puede ocuparse uno en  aficiones como la poesía, la fotografía, el baile, la cocina, las excursiones.
En el fondo se trata de provocar una activación consciente o inconsciente positiva y satisfactoria desde el interior de uno mismo que parte de la exploración de las sensaciones sensoriales agradables, de los recuerdos y motivos satisfactorios que nos han proporcionado alegría y placer, de las actividades intelectuales que nos permiten comprender las cosas y disfrutar con el descubrimiento de la verdad, del conocimiento, de la sabiduría.
Puede tratarse igualmente de la exploración de vivencias emotivas satisfactorias de amor, de erotismo, del placer estético  de un amanecer, de  la contemplación de un cuadro en un museo. En este caso se trata de una diversión o divergencia existencial, que afecta la vida no solamente en los momentos de ocio, caracterizado por la contemplación, la acción y la expresión de obras artísticas, de escuchas musicales, de asistencia a espectáculos de danza, del cine, o del deportes.
Se trata igualmente de buscar en la dinámica del trabajo, en que se consume gran parte de nuestra vida en estado de vigilia, de encontrar en él mismo atractivos intereses y diversión energetizadora y consoladora. Si fuera desagradable debiéramos de poner buena cara, de hacerlo con elegancia, soltura y buen humor de tal forma que el trabajo ingrato en sí pueda resultar minimizado en su desagrado por nuestra actitud vital de alegría y dinamismo.
El despliegue variado  de sentidos intereses originarios, nacidos del interior del yo o de lo grato de la tarea en sí, constituye la base sólida  de la motivación intrínseca personal. Esta  reclama tener alternativas, buscar nuevas oportunidades, lograr espacios nuevos que nos puedan atraer, gustar o sorprender. Toda iniciativa requiere un plan de acción operativa y fácil que nos lleve al logro de los resultados que anhelamos, a la eficiencia en el ejercicio de las acciones o actividades que nos gustan.


LA ENVIDIA EMPONZOÑADORA Y ESTÉRILIZANTE.
La envidia consiste en el disgusto e insatisfacción al contemplar el bien ajeno, ante la belleza sobresaliente de nuestras amistades o vecinos, ante el éxito en su trabajo profesional, o en el logro de amplios beneficios o riquezas, merced al desarrollo de destrezas, de competencias y de talentos que les  llevan al éxito. En vez de alegrarnos por su progreso y logros, se produce  un gran desasosiego  interior carente de sentido y utilidad.
La envidia se caracteriza por un deseo de tener o de ser lo que son otras personas, que para nosotros resulta imposible, en la medida en que su trayectoria, su esfuerzo, sus conocimientos y su dedicación les han permitido alcanzar la victoria, el desarrollo, el dinero o el éxito. Se trata de una especial de afán o deseo  imposible de lograr, porque no disponemos de los medios o los recursos necesarios para ser como ellos, porque tenemos otro carácter, otras capacidades y en definitiva otros afanes  e ilusiones.
La admiración autoemuladora es el mejor sustituto de la envidia. El ver que otras personas tienen éxito, que disfrutan de la vida, que tienen grandes logros profesionales, que alcanzan puestos de relieve en la sociedad, debiera de llevarnos a compartir su alegría y su éxito, y sobre todo debiera de ser un acicate para emularlas y movilizar positivamente afán de superación, aprendiendo e imitando la dinámica de comportamientos que les ha llevado al éxito y que nos podría servir también a nosotros desestimulo y de ejemplo a seguir.

LA AUTOEFICACIA Y LA AUTOSUFICIENCIA.
 El buen ejercicio de todas nuestras capacidades, el despliegue de todos los medios a nuestra disposición, la búsqueda de ayuda y apoyo para conseguir aliados que compartan nuestras iniciativas y proyectos y  nuestro camino hacia el éxito es fundamental para crear un estado de emocional de productividad efectiva.
Se trata de tener claro que es lo que yo pretendo en la vida, cuáles son mis metas, que deseo realmente. Después es preciso desear intensamente aquello que nos proponemos.
 Es necesario igualmente no quedarse en el deseo sino poner en marcha todas las alternativas necesarios para su logro.
Cuando en el proceso de ejecución acertamos y conseguimos aquello que hemos deseado y nos hemos propuesto se tiene una sensación gratificante  de poderío, de competencia y de eficacia. Yo he podido hacerlo, luego podré conseguir lo que me proponga en otros momentos. Es necesario superar la sensación de fracasos parciales, de errores y a veces de derrotas que suelen ser los escalones necesarios en el camino del éxito. Los triunfos grandes están siempre acompañados de pequeñas derrotas, que no nos han hecho desistir de nuestro afán.
Esta sensación de potencia, de poderío, de competencia lleva inevitablemente a una autoestima funcional en el sujeto: yo funciona bien, yo soy competente, yo puedo hacer con éxito aquello que me propongo.
La incompetencia inoperante e  impotente del fracasado. Cuando uno ha experimentado numerosos fallos, errores y fracasos, sin poner en marcha las actividades, los recursos y los medios para superarlos, acaba cayendo en la sensación de impotencia, de inutilidad e incompetencia. Yo no soy capaz. Yo no puedo aprender. Yo no puedo superar esta asignatura. Yo no puedo alcanzar ese puesto o esta meta que me propongo. Si el fracasado antes, porque voy a triunfar ahora.
 El aprendizaje interiorizado del fracaso como forma de  enseñanza indebida es nefasto para crear un estado de emocional positivo y saludable, que lleve a la acción propositiva y eficaz, a la autoestima y a la cooperación y solidaridad social
LA VIOLENCIA, LA OFUSCACIÓN, LA DISPUTA Y LA AGRESIÓN.
Nos movemos en espacios socios ambientales de difusa o explícita agresión, de peleas y luchas, de guerra en definitiva. Este estado exterior de agresividad amplia nos vuelve agitados, guerreros, soldados del odio, de la rabia, el dolor y  la frustración.
LA PAZ Y LA CALMA SISTEMÁTICAS Y  RENOVADORAS.
La paz relajante es  el estado de equilibrio para sentimos que todas las cosas ocurren con armonía, con ritmo, siguiendo las leyes de la naturaleza, de la justicia social, de la bondad expansiva de los seres humanos. No necesitamos preocuparnos ni defendernos de continuo, estar en guardia atemorizada, pues así evitamos la sensación  perpetua de angustia, de caos, conmoción y estrés  interior.
LA TIMIDEZ Y LA COBARDÍA ENERVADORAS.
Los miedos, los recelos, los peligros de la inseguridad ciudadana, la ansiedad ante lo desconocido constituyen un espacio emocional de inhibición, de pasividad, de inacción, de esperanza en lo malo y doloroso que  nos puede ocurrir, como ha sucedido con anterioridad. Por ello me ordeno no hacer nada. Lo mejor que puede ocurrirnos es estar pasivos, congelados, inertes, sin movernos, para que nadie ni nada nos pueda atacar, para evitar los peligros,  las asechanzas y ataques destructivos del exterior agresivo.
El atrevimiento, la valentía, la osadía y el desafío, estimuladores de la fantasía y el riesgo calculado.
 Reclamamos espacios de seguridad y de confianza en uno mismo. Espacios de libertad y ensayo sin riesgos graves. Sin esta seguridad psicosocial  uno no puede atreverse a hacer cosas que están por encima de las propias posibilidades o que representan un riesgo personal o social por no estar entre las normas, la tradición olas conductas establecidas y refrendadas por el éxito y el reconocimiento social.
La creatividad humana es un impulso vivificante, no  suicida a explorar lo desconocido, a probar la fruta del bien y del mal, aun con el peligro o amenaza latente o explícita de castigo exclusión social por la trasgresión, por ir más allá de la frontera de lo conocido y reconocido en un marco social dado.


LA DESCONFIANZA DESALENTADA.
La suspicacia, la desesperanza, la perspectiva sombría de lo que nos puede ocurrir en el futuro, la confusión por no aclararnos hacia dónde caminamos, por permanecer estancados en círculos enlodados de los cuales no podemos salir o no queremos escapar, constituyen estados desagradables y enfermizos de entender la propia vida y el propio destino. El no tener claro qué es lo que deseamos, de dónde venimos y a dónde vamos, que es lo que somos, lo que tenemos y  de lo que carecemos, nos abre a la desesperanza  desconfiada de uno mismo y de os demás. Pero convertir esto en la auto confianza esperanzada creadora.
La esperanza, por el contrario, representa la fe en nosotros mismos, la confianza nuestros valores y nuestra valía, la seguridad de que podemos y debemos hacer aquello que realmente deseamos y  anhelamos con pasión. Por el contrario la desesperanza, cuando se apodera del ser humano convirtiéndose en un estado permanente, acaba necesariamente en la desesperación y en angustia. ¿Qué podemos hacer? ¿Por qué estamos instaurados en la desesperanza, en la desconfianza absoluta de que nada se puede hacer o lograr, en el desencanto social colectivo?


Es el reencantamiento de la magia del ser y del vivir en estado de trance confiado en el futuro, que está en nuestras manos y  que escapa al cruel destino predeterminado e inevitable  de los hados y demonios, porque lo anticipa nuestra fantasía ilusionante en positivo, en bueno, mejor u óptimo y nuestra imaginación creadora  preventiva, adivinadora  y aplicada  proyecta anticipadamente su realización planeada y celebra  su éxito.


Basado en textos del Dr. David De Prado