martes, 21 de junio de 2016

CAMINO AL DESPERTAR





Te han condicionado desde el primer día, te han envenenado desde bebé. Todo tipo de condicionamiento es un veneno. Considérate tan sólo un ser humano. Considérate tan sólo un simple ser humano. Y cuando tu conciencia crezca un poco más, dejarás incluso el adjetivo «humano», te considerarás un Ser. Y el ser lo incluye todo: los árboles, las montañas, los ríos, las estrellas, los pájaros y demás animales.
Piensas que vives en magníficos sistemas ideológicos, pero no vives en magníficos sistemas ideológicos, porque no hay sistemas ideológicos magníficos. Ninguna idea es tan magnífica que pueda contener a un ser humano. Al ser no lo puede contener ningún concepto. Todos los conceptos mutilan y paralizan. La verdadera libertad consiste en ser libre de cualquier ideología.
El Ser consciente requiere esfuerzo, Ser consciente significa que tienes que crecer, y el crecimiento es doloroso. Ser consciente significa que tienes que estar continuamente alerta y atento a lo que Es; no puedes quedarte dormido, no puedes vivir como un sonámbulo.
Ser consciente involucra unos pocos peligros más. Ser consciente es muy difícil porque tienes que vivir con la multitud dormida. Vivir con gente ciega y tener ojos es una situación peligrosa. Terminarán destrozándote los ojos. No pueden tolerarte, eres una ofensa. Por eso crucificaron a Jesús. Mirarle a los ojos significaba mirarse al espejo.
Como somos tan feos, que en lugar de aceptar el hecho de que somos feos, el camino más fácil es destrozar el espejo y olvidarte completamente de tu fealdad, y empezar a vivir de nuevo con el viejo sueño de que eres la persona más bella del mundo. La más buena, sin maldad alguna, la victima… A la gente no le gustan las personas conscientes. A la gente le gusta la gente que se parece a ella, que es como ella. Porque estas personas no le son extrañas. La gente consciente le es extraña.
Ningún país podría escoger a un ser consciente (despierto) como primer ministro. Imposible. Porque son tan diferentes, su forma de ver la vida es tan diferente, sus percepciones sobre las cosas son tan profundas. Ningún país tendría tanto valor como para nombrarle primer ministro porque el Ser consiente traería el caos. Empezaría a cambiar todas y cada una de las cosas, porque hay que cambiar todas y cada una de las cosas. El primer paso es reconocer mi maldad, aceptarla honrarla, asumiendo quién y qué soy, y hacerla parte de mí. Hay que destruir completamente el Sistema; sólo entonces se puede crear uno nuevo. La renovación no sirve. Lo que hay que hacer es demoler el Sistema y originar uno nuevo. Traigamos un nuevo ser humano. Alumbremos algo nuevo, una nueva mente, una nueva consciencia.

Es ciertamente peligroso el tener a gente inconsciente en posiciones de poder. Y cada vez se vuelve más peligroso, porque esa gente tiene más y más poder y menos consciencia.
NO SEAS COHERENTE
¿Por qué? ¿Qué es ser coherente?
Ser coherente significa vivir de acuerdo al pasado. El río no puede ser un fenómeno coherente. Sólo una charca puede ser coherente, porque no fluye.  El flujo por su propia naturaleza tiene que ser incoherente, porque tiene que afrontar nuevas situaciones, nuevos desafíos. Acaecimientos se acercan constantemente; el río tiene que responder con espontaneidad, no de acuerdo al pasado.
El hombre coherente es un hombre lógico, su vida es unidimensional. El hombre coherente vive en la aritmética, sigue la lógica. Si algo va en contra de la lógica, él simplemente  lo evita; actúa como si eso no estuviera ahí, porque de lo contrario su lógica se ve perturbada. El hombre lógico es el hombre más pobre del mundo, porque la vida no consiste sólo en lógica. También hay amor. Y el amor es ilógico.
La lógica es buena en el mercado, en la oficina, en la tienda, en la fábrica, en los negocios, pero la vida no es sólo negocios. La lógica no es buena cuando estás con tu pareja, tus hijos, tu familia, tus amigos. La mente lógica es unidimensional. La vida es multidimensional. No la confines. No la hagas lineal, no vivas como una línea. Vive las multidimensiones de la vida, las multifases de la vida; y así no podrás ser coherente, porque la vida es paradójica: Un momento es alegría, otro momento es tristeza.
Si eres muy coherente, entonces tienes que sonreír de continuo. El que tu corazón esté llorando o riendo, no importa, tienes que ser coherente.  El hombre que vive la vida en todos sus aspectos, es un arco iris; vive todo el espectro del arco iris. Y no puede ser coherente, tiene que ser incoherente.
Por supuesto, la sociedad respeta al hombre coherente, porque el hombre coherente es predecible. Sabes lo que va a hacer mañana, sabes cómo va a reaccionar. Al hombre coherente se le puede manejar, se le puede manipular fácilmente. Sabes qué botones hay que apretar para que actúe. El hombre coherente es una máquina, en verdad no es un hombre. Le puedes enchufar y desenchufar y se comportará a tu gusto. Un hombre así está en tus manos.

La sociedad no te respetará, no serás un ciudadano respetable, pero ¿a quién le importa? Sólo la gente mediocre se preocupa por el respeto de la sociedad. Al hombre verdadero le interesa sólo una cosa: si estoy viviendo mi vida o no, si la estoy viviendo de acuerdo a mi propia visión o no. Se trata de mi vida y soy responsable ante mí mismo.
La responsabilidad más grande no es hacia la Nación, hacia la Iglesia o hacia nadie. La verdadera responsabilidad es hacia ti mismo. Y esa responsabilidad consiste en que tienes que vivir la vida de acuerdo a tu propia luz. Y tienes que ir a dondequiera que la vida te lleve, sin hacer ninguna concesión.
El santo tiene carácter, por eso es respetado. El sabio no tiene carácter, por eso es muy difícil reconocerle. Sócrates es sabio, Jesús es sabio, Lao Tzu es sabio, pero es muy difícil reconocerlos, casi imposible, porque no dejan rastro. No se ajustan a ningún molde. Son pura libertad. Son como pájaros volando en el cielo, no dejan huellas.

El tener a un sabio por maestro es sólo para unas pocas almas sensibles, porque los mediocres siguen al santo. Solamente muy poca, poquísima gente inteligente, se sintoniza con el sabio, porque el sabio no tiene carácter y no puede satisfacer ninguna de tus esperanzas.  El sabio te va a ofender, te va a defraudar, te va a agitar y te va a hacer pedazos de muchas maneras. Poco a poco, te hará tan libre como lo es él. Anímate se y busca a un sabio, lo único importante en tu vida eres tú, de allí depende y se desprende todo lo demás.


Ser consciente estrategiaspnl.com (2009)



Tener conciencia o ser consciente tiene que ver con la habilidad de darse cuenta de uno mismo. Darme cuenta de lo que me está pasando en todo momento y mi interacción con el exterior, desde tener presente lo que pienso hasta cómo afecta eso mi vida diaria y al mismo tiempo cómo afecto a los demás, esto es estar alerta o consciente.
Es fácil entender los niveles de conciencia si pensamos en el mundo exterior primero: ¿eres consciente de lo que te rodea? ¿Eres consciente de que tus pies están tocando el piso? Quizá tus pies están reposando en algún barrote de la silla, o están en alto, sin embargo, te das cuenta. Estos son ejemplos fáciles para estar consciente. Ahora piensa en el dedo gordo de tu pie izquierdo. ¿Lo sientes? ¿Eres consciente? ¿No? Allí está, sin embargo normalmente no somos conscientes de ello a menos que nos duela. Ese, justamente es otro nivel de conciencia. Ahora piensa si puedes ser consciente de los latidos de tu corazón. ¿Ya vas necesitando más tiempo verdad? Para hacerlo, debemos quitar la atención  del mundo externo y concentrarnos en nuestro mundo interno. Date cuenta cuanto tiempo te toma ser consciente y enfocarte sólo en eso. Tómate tu tiempo.
Nuestra capacidad de atención va de 7 a 9 elementos simultáneos. Mientras lees esto puedes estar consciente de la temperatura de la habitación donde estás, de tu postura, de los ruidos que te rodean, de lo que hay cerca de ti, los colores que están cerca de ti, de la hora del día, de la luz brillante u opaca, entre otros. Todos al mismo tiempo, pero sólo puedes estar enfocado en una sola cosa. En este momento, o estás enfocado y concentrado en este tema, o estás pensando en otra cosa. No puedes enfocarte en los dos. Cuando piensas en lo que debes hacer más tarde, pierdes el momento presente y el significado de lo que estás leyendo. Se pierden fracciones de información y por eso luego  nos damos cuenta que nos faltó algún detalle porque no pusimos atención al cien por ciento, fue por la falta de concentración. Nuestro consciente está oscilando entre una cosa y otra todo el tiempo. Hay muchas distracciones en el mundo hoy en día. Y hemos adquirido el hábito, en este mundo tan saturado de actividades, de querer estar en dos o más planos de conciencia para tener resultados más rápidos. Aprovechar el tiempo y hacer varias cosas tal vez te haga sentir bien, sin embargo, seguramente algo sale mal. Si quieres cocinar, hablar por teléfono y pintarte las uñas, está bien, sin embargo, una de esas actividades saldrá bien y las otras dos dejarán de tener la atención del cien por ciento.
Ser consciente de quien eres y cómo eres es algo que pocos hacen. Estamos más orientados a darnos cuenta de quién es y cómo es el vecino, el primo, mi pareja, la mesera, entre otros. Y muchas veces te das cuenta de sus defectos o tal vez de lo que tienen que tú no tienes. Pasamos juicio rápidamente y criticamos sin tregua. Pero cuando alguien osa criticarte o hacer algún comentario, brincas y te sorprendes. No lo puedes creer, porque no eres consciente de ti mismo.

La conciencia activa te llevará a darte cuenta cómo afectas al otro con tus pensamientos, tus palabras y tus acciones. Cada cosa que haces incide en alguien y ese alguien se queda impactado en positivo o en negativo. Ser consciente es estar de tu lado observando tus acciones y resultados.
Ser consciente de mi habilidad para ser consciente lleva tiempo y valor. Cada momento puedo observar mi consciente encendido o apagado, o, funcionando en automático (porque así me conviene). Si pudiera sentir mis emociones día con día y cómo me afectan, darme cuenta de mis respuestas ante eventos inesperados, cómo influyo en otros por mis palabras o acciones, me ayudaría a conocerme y verme desde el exterior.

Auto observarme de manera consciente y objetiva para verificar, corregir y moderar mis formas antiguas y convertirlas en nuevas, eso es ser consciente de uno mismo y te llevará a dejar el ego a un lado y a ser mejor persona día con día, sin gran esfuerzo. 


SENTIRSE Y SER MÁS CONSCIENTE


 Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo que siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.

Vive en el presente, que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora; busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo pasar. El presente es como debe ser. Refleja infinitas leyes de la Naturaleza que te han traído hasta este pensamiento exacto, esta reacción física precisa. Este momento es como es porque el Universo es como es. No luches contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, sé uno con él.

Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. En momentos de silencio, cobra conciencia de que estás recontactándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que conviene o no te conviene.

Renuncia a tu necesidad de aprobación externa. Sólo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto se logra una gran libertad.

Cuando te descubras reaccionando con enojo u oposición ante cualquier persona o circunstancia, recuerda que sólo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos. Cuando renuncies a ese enojo te curarás y cooperarás con el flujo del universo.


Recuerda que el mundo de allí fuera refleja tu realidad de aquí dentro. Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior. Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti. Usa el espejo de las relaciones para guiar tu evolución. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Cuando lo consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disgusta desaparecerá.

Libérate de la carga de los juicios. Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando calificas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejas tu falta de auto aceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti mismo.

No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones o sustancias tóxicas. Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehículo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.

Reemplaza la conducta que motiva el miedo por la conducta que motiva el amor. El miedo es un producto de la memoria, que mora en el pasado. Al recordar lo que nos hizo sufrir antes, dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se repita. Pero tratar de imponer el pasado al presente jamás acabará con la amenaza del sufrimiento. Eso sólo ocurre cuando encuentras la seguridad de tu propio ser, que es amor. Motivado por la verdad interior, puedes enfrentarte a cualquier amenaza, porque tu fuerza interior es invulnerable al miedo.


Comprende que el mundo físico es sólo el espejo de una inteligencia más profunda. La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía; como una parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del cosmos. Como estás inseparablemente vinculado con el todo, no puedes permitirte el contaminar el aire y el agua del planeta. Pero en un plano más profundo, no puedes permitirte el vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento crea una impresión en el campo total de la inteligencia. Vivir en equilibrio y pureza es el más elevado bien para ti y para la Tierra.

By: Yits ♣ (2010)