SIGUE, AVANZA, NO TE DETENGAS,
CIERRA CADA MOMENTO DE TU VIDA…
BIEN SEA POSITIVO O NEGATIVO…
Cuando experimentas
un rompimiento, bien sea amoroso, laboral o
amistoso, se impulsa tu dispositivo de repuestas ante la pérdida, la frustración
o el duelo. Ciertas personas permanecen aferradas
en el dolor o en su posición de victimas, otras optan por la rabia o la embestida
constante hacia quien ya no está. Este inventario de rebeldías, indica considerablemente
más de lo que procura en apariencia.
Para reponerse
del dolor, el error o el resentimiento, se debe comenzar por admitir que todo
lo acaecido es de tu absoluta responsabilidad. Totalmente, forma
parte de una obligación superior con una autenticidad que debes examinar y recuperarte.
Concéntrate en determinar qué es lo que debes asimilar y que apartar de tu vida.
¿Cuántas
veces en tu vida, has repetido situaciones o experiencias de ruptura o dolor? Analiza
si lo que terminas de vivir pareciera otro capítulo de una misma historia. Deja
de sufrir, solo tú debes hacerte valorar…
Determina
los signos, te sorprenderá descubrir que lo realmente significativo va más allá
de las heridas, el rencor o las ofensas.
Rebusca
una terapia que te auxilie para afrontar lo que te corresponde remediar. El cosmos te ha revelado, una y otra
vez, lo que requieres asumir para crecer. Perdona y gratifica a
los bandidos causantes de tu destrucción espiritual, pues ellos son tus
maestros.
Despídete
con amor, cierra este capítulo deseándole los mejores deseos a la persona que te ha ofendido, que te ha
hecho daño, así te liberarás de los pensamientos que te atan a esa realidad que
ya no existe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario