Está bien, tal vez no seas un marido
horrible, pero hay algunas cosas bastante terribles que definitivamente no
deseas que se cuelen en tu matrimonio. Tu mujer merece algo mejor que un marido
con cualquiera de estos diez feos hábitos.
1. Criticar
Por favor, cuídate y no caigas en la trampa
de criticar a su esposa. Elije ver lo bueno en tu esposa. Felicítala por todas
las cosas que está haciendo bien. La próxima vez que te den ganas de decirle
algo que no te gusta de ella, dale la vuelta y dale elogio sincero. A ella le
va a encantar
2. Controlar, como un ser TRIOPE
Lo creas o no, tú no siempre tienes razón.
Y tu bella esposa es muy buena al tomar sus propias decisiones (y por lo
general toma muy buenas decisiones: tú fuiste una de ellas). Así que deja de
sentir la necesidad de controlar para dónde va, lo que está haciendo, lo mucho
que gasta, y demás. En lugar de hacer hincapié en eso, trabajen juntos como
equipo, alentándose y apoyándose mutuamente. Deja que tu esposa sea ella misma,
y dale alas para que vuele.
3. Tratarla como un objeto
¡Por favor, marido! Tu esposa no es un
objeto. Ella es tu esposa, tu mejor amiga y tu reina. Ella merece tu máximo
respeto, sobre todo cuando se trata de la intimidad sexual. Siempre respétela y
respeta su cuerpo. Esfuérzate en establecer una conexión emocional y confiar el
uno en el otro antes de pensar en compartir la intimidad sexual con tu esposa.
El sexo puede ser la cosa más unificadora y hermosa en el matrimonio cuando
ambos se tratan mutuamente con respeto.
4.
No prestar atención
Tienes una esposa: eres un tipo con suerte.
Por favor no te olvides de ella. Nunca estés tan ocupado como para llamarla,
enviarle un mensaje o notar cuando entra a un cuarto. La próxima vez que la
veas, dale un abrazo y dile que la amas. Hazle saber que ella es tu máxima
prioridad, ponla de primer lugar en tu vida —por delante del trabajo, del
tiempo con tus amigos o de un partido de fútbol—. Siéntate en el sofá y habla
con ella. Cuéntale de tu día, de lo que piensas, de tus preocupaciones y tus
experiencias divertidas. Ten cuidado, o pronto te darás cuenta que las chispas
de repente comienzan a volar.
5.
Utilizar un lenguaje grosero o sucio
¿Qué pasó con esto? Tú no eres un
adolescente (y aunque lo fueras, las malas palabras no son realmente
apropiadas). Cuida tu vocabulario. Esfuérzate por evitar decir groserías, usar
un lenguaje soez o sucio. Te sorprenderán todas las otras palabras que existen
para expresar tus sentimientos. Tu esposa se merece escuchar palabras que un
caballero utilizaría, no un patán. Cómprate un diccionario. Bueno, quizás no
tanto como eso, pero prueba algunas nuevas palabras. Tu esposa estará recontra
feliz y otros pensará que eres más inteligente.
6. Ver pornografía
Esta
es una manera segura de arruinar tu matrimonio, tu vida y tu futuro. En pocas
palabras, no veas pornografía o dejes que tus ojos se "deleiten"
viendo lo que no deberían. Analízate y escoge un camino más excelente. Si estás
atrincherado en la fea costumbre de ver pornografía, busca ayuda profesional
(hay muchos buenos recursos para ayudarte a superar esa adicción). Busca ayuda
profesional para comenzar el proceso de librarte de esa adicción. Tienes que
querer el cambio para ti y para tus seres queridos. Así que analízate
seriamente y decide qué tipo de vida realmente quieres.
7.
Tener expectativas demasiado altas
La última cosa que tu dulce esposa necesita
escuchar es que ella no está a la altura de tus expectativas poco realistas.
Por favor no compares por el cuerpo de su esposa, habilidades para mantener un
presupuesto, o habilidades para ser mama CON NADIE. Tus comparaciones, con el
tiempo, aplastan su autoestima. Decídete a ser amable, paciente, a perdonar y
ser flexible. Cuanto más hincapié hagas en todas sus cualidades positivas, más
naturalmente empezará a vivir a la altura de tus elogios y convertirse en la
mujer que tú describes.
8. No ayudar en la casa
¿En serio? Puede ser que tú cubras gran
parte de los gastos de la casa, o todos, pero eso no significa que tú puedes
llegar a echarte en el sofá mientras tu esposa limpia, organiza y lava platos
día tras día. Sé un mejor esposo y ayuda tú también. Limpia el inodoro (sí, el
mismo que utilizas todos los días), ve de compras al súper o lava los platos
(¡Ay! ¡Qué horror!). Tú y tu esposa son un equipo y deben trabajar hombro con
hombro en crear la casa de sus sueños.
9. Perder los estribos con frecuencia
Tú eres un hombre adulto. Gritarle a tu
esposa no es correcto, eficaz o útil. Golpearla está completamente fuera de
límites —ni se te ocurra—. Volverse iracundo, arremeter físicamente, lanzar
cosas y amenazar, todas ellas son formas de abuso. Puedes y debes aprender a
controlar tu temperamento. Puedes aprender a responder con calma y con amor. Al
hacerlo, tu esposa se sentirá segura contigo y le encantará estar a tu
alrededor.
10. Vivir en mentiras y engaños
Si tú piensas que puedes echarte una
escapada con una muchacha del trabajo y tu esposa nunca sabrá, entonces te
estás engañando a ti mismo y te espera una muy desagradable sorpresa. Y
honestamente, aun si tu esposa nunca se entera, sigue siendo malo. No deshagas
todo lo que realmente vale la pena por un fugaz momento de placer. Elige ser
honesto. Elige ser leal. Vive a la altura de esas promesas que le hiciste
cuando ella era tu novia. Sí, ella merece todo eso y mucho más.
Después de todo esto, si te viste reflejado
en cualquiera de estos hábitos desagradables, no te rindas. Más bien decide ser
un mejor esposo y comienza a cambiar. Traza un camino hoy que te llevará a ti y
a tu esposa al tipo de matrimonio de: "y vivieron felices para
siempre" que siempre has querido.
Traducido
y adaptado al español por Miguel Jaimes, de 10 ugly things awful husbands do to
their wives, de Aaron & April Jacob
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