lunes, 5 de marzo de 2012

VALORES FUNDAMENTALES

RESPONSABILIDAD
Existen varios significados de la palabra responsabilidad en castellano, tales como:
·         Como la imputabilidad o posibilidad de ser considerado sujeto de una deuda u obligación (ejemplo: “Los conductores de vehículos automotores son responsables por los daños causados por sus máquinas”).
·         Como cargo, compromiso u obligación (ejemplo: “Mi responsabilidad en la presidencia será llevar a nuestro país a la prosperidad”).
·         Como sinónimo de causa (ejemplo, “una piedra fue la responsable de fracturarle el cráneo”).
·         Como la virtud de ser la causa de los propios actos, es decir, de ser libre (ejemplo: “No podemos atribuirle responsabilidad alguna a la piedra que mató al pobre hombre, pues se trata de un objeto inerte que cayó al suelo por azar”).
·          Como deber de asumir las consecuencias de nuestros actos.
Responsable es aquel que conscientemente es la causa directa o indirecta de un hecho y que, por lo tanto, es imputable por las consecuencias de ese hecho, es decir, una acumulación de significados previos de responsabilidad, termina por configurarse un significado complejo: el de responsabilidad como virtud por excelencia de los seres humanos libres.
Cabe destacar, al respecto, que en la tradición kantiana, la responsabilidad es la virtud individual de concebir libre y conscientemente las máximas universalizables de nuestra conducta. Para Hans Jonas, en cambio, la responsabilidad es una virtud social que se configura bajo la forma de un imperativo que, siguiendo formalmente al imperativo categórico kantiano, ordena: “obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra”. Dicho imperativo se conoce como el “principio de responsabilidad”.

En la ética, responsabilidad moral es sobre todo la responsabilidad que se relaciona con las acciones y su valor moral. Desde una ética consecuencialista, dicho valor será dependiente de las consecuencias de tales acciones. Sea entonces al daño causado a un individuo, a un grupo o a la sociedad entera por las acciones o las no-acciones de otro individuo o grupo.
En una ética deontológica, en cambio, tales acciones tendrán un valor intrínseco, independiente de sus consecuencias. Desde esta perspectiva, es un sistema de principios y de juicios compartidos por los conceptos y las creencias culturales, religiosas y filosóficas, lo que determina si algunas acciones dadas son correctas o incorrectas. Estos conceptos son generalizados y codificados a menudo por una cultura o un grupo, y sirven así para regular el comportamiento de sus miembros. De conformidad a tal codificación se le puede también llamar moralidad y el grupo puede depender de un amplia conformidad a tales códigos para su existencia duradera.
Desde el punto de vista de la organización social, la responsabilidad moral se diferencia de la responsabilidad jurídica por su carácter interno. La responsabilidad moral se refiere principalmente al carácter interno de las conductas (la conciencia o intención de quien ha actuado), sin importar aspectos externos como el hecho de que éstas hayan sido descubiertas o sancionadas. Por el contrario, los procesos jurídicos no son necesariamente procesos de intención (por ejemplo, la prescripción del delito de robo por el mero transcurso del tiempo puede invalidar la responsabilidad jurídica sin invalidar la responsabilidad moral).
La responsabilidad moral ocupa un lugar cada vez más importante en la opinión pública cuando la adjudicación de la responsabilidad jurídica a través de los tribunales es insuficiente para cerrar casos como son, por ejemplo, escándalos de corrupción ligados al ocultamiento de cifras en la contabilidad de empresas, derramamiento de petróleo en zonas naturales, financiamientos ilegales de campañas y escándalos de corrupción política.
El término aparece también en la discusión de temas como determinismo o libre albedrío, puesto que sin la libertad es difícil ser culpado por las propias acciones, y sin esta responsabilidad moral la naturaleza del castigo y la ética se convierten en una interrogante.
Se suele llamar responsabilidad social a la imputabilidad de una valoración positiva o negativa por el impacto que una decisión tiene en la sociedad. Se refiere generalmente al daño causado a la sociedad o parte de ella por las acciones o las no-acciones de otro individuo o grupo. Por ejemplo: “La responsabilidad social de las empresas transnacionales es muy grande”. También se designa así el compromiso de una persona con su propia sociedad. Ejemplo: “Mario decidió abrir su consultorio médico en un asentamiento indígena, porque tiene un gran sentido de responsabilidad social”.
Mientras que en la tradición kantiana la responsabilidad es la virtud individual de concebir libre y conscientemente las máximas universalizables de nuestra conducta, para Hans Jonas, en cambio, la responsabilidad es una virtud social que se configura bajo la forma de un imperativo que, siguiendo formalmente al imperativo categórico kantiano, ordena: “obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra”. Dicho imperativo se conoce como el “principio de responsabilidad”, de gran importancia en ecología (lo que significa que la responsabilidad ambiental puede concebirse como una forma de responsabilidad social).
Desde el punto de vista de la organización social, la responsabilidad social se diferencia de la responsabilidad jurídica por carecer de un proceso institucionalizado de adjudicación, es decir, no existen tribunales especializados en juzgar la responsabilidad social que no esté prevista en normas jurídicas.
La responsabilidad política es la imputabilidad de una valoración por el uso que un órgano o individuo hace del poder. Así, por ejemplo, afirmar que el Presidente de una nación fue políticamente responsable en un caso determinado, significa que se le atribuye a éste un grado de culpa y/o se le atribuye una sanción por la manera de usar su autoridad en el caso en mención.
Con el surgimiento de los estados organizados con base en constituciones políticas, la responsabilidad de los gobernantes ante los Parlamentos o los tribunales por su uso del poder es un tipo de responsabilidad jurídica. Esta forma de responsabilidad político-jurídica suele ser evaluada y adjudicada según reglas específicas y ante autoridades específicas.
Sin embargo, la responsabilidad política es también evaluada por los ciudadanos cuando, asumiendo el papel de electores en un sistema democrático, valoran el uso que los gobernantes han hecho del poder, aplicando cualquier tipo de criterio para evaluar su desempeño y no una norma jurídica. Por lo tanto, la responsabilidad política no se subsume bajo la responsabilidad jurídica, como la legitimidad política no se subsume bajo la legalidad jurídica.
Un criterio que suele emplearse para distinguir la responsabilidad política afirma que concierne a relaciones verticales de autoridad (la conducta de la autoridad ordenadora frente al gobernado subordinado). El juicio de valor que un gobernado atribuye a los actos de poder de un gobernante constituye, en efecto, una manera de evaluar la responsabilidad política que es fundamental para la vida democrática

LIBERTAD
La libertad es un concepto muy amplio al que se le han dado numerosas interpretaciones por parte de diferentes filósofos y escuelas del pensamiento. Se suele considerar que la palabra libertad designa la facultad del ser humano que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción según su inteligencia o voluntad. La libertad es aquella facultad que permite a otras facultades actuar y que está regida por la justicia.
Históricamente, en especial desde las Revoluciones burguesas del siglo. XVIII y XIX, la libertad suele estar muy unida a los conceptos de justicia e igualdad. Este estado define a quien no es esclavo, ni sujeto ni impedido al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras, lo que permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos. En caso de que no se cumpla esto último se estaría hablando de libertinaje.
La protección de la libertad interpersonal puede ser objeto de una investigación social y política, mientras que el fundamento metafísico de la libertad interior es una cuestión psicológica y filosófica. Ambas formas de la libertad se unen en cada individuo como el interior y exterior de una malla de valores, juntos en una dinámica de compromiso y de lucha por el poder; la sociedad que lucha por el poder en la definición de los valores de los individuos y de la persona que lucha por la aceptación social y el respeto en el establecimiento de valores de la propia en el mismo
En el marco de control interno, la libertad es también conocida como la libre determinación, la soberanía individual, o la autonomía. La libertad también puede significar autonomía interna, o de maestría sobre la condición interna. LIBRE ALBELDRÍO. Esto tiene varios significados posibles:
·         La capacidad de actuar de conformidad con los dictados de la razón.
·         La capacidad de actuar de conformidad con el propio ser verdadero o valores.
·          La capacidad de actuar de conformidad con los valores universales (como la verdad y el bien).
·          La capacidad de actuar con independencia de los dictados de la razón y la insta de deseos, es decir, arbitrariamente (autónoma).

El filósofo francés Jean-Jacques Rousseau,  afirmó que la condición de la libertad es inherente a la humanidad, una inevitable faceta de la posesión del alma, con la implicación de que todas las interacciones sociales con posterioridad al nacimiento implican una pérdida de libertad, voluntaria o involuntariamente. Él hizo la famosa frase : El hombre nace libre, pero en todas partes está encadenado.
En Filosofía, se define la libertad moral como la exención de obligación. El hombre tiene libertad moral sólo respecto de aquellas cosas que no está obligado por la moral a hacer o a dejar de hacer. Se dice que una persona fortalece su libertad de querer cuando su libertad moral disminuye, debido a que las obligaciones y compromisos que tiene, es porque el quiso aceptarlas. Por tanto la libertad de querer y la libertad moral dependen del hombre
El libre albedrío es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas que sostienen que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. El concepto ha sido extendido en ocasiones a los animales y a la inteligencia artificial de las computadoras. Muchas autoridades religiosas han apoyado dicha creencia mientras que ha sido criticada como una forma de ideología individualista por escritores tales como Baruch Spinoza y Carlos Marx. La frase es comúnmente usada y tiene connotaciones objetivas al indicar la realización de una acción por un agente no-condicionado íntegramente ligado por factores precedentes y subjetivos en el cual la percepción de la acción del agente fue inducida por su propia voluntad

JUSTICIA
La justicia es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones. Este conjunto de reglas tiene un fundamento cultural y en la mayoría de sociedades modernas un fundamento formal:  
·         El fundamento cultural se basa en un consenso amplio en los individuos de una sociedad sobre lo bueno y lo malo, y otros aspectos prácticos de como deben organizarse las relaciones entre personas. Se supone que en toda sociedad humana, la mayoría de sus miembros tienen una concepción de lo justo, y se considera una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción.
·         El fundamento formal es el codificado formalmente en varias disposiciones escritas, que son aplicadas por jueces y personas especialmente designadas, que tratan de ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad y los conflictos que aparezcan en sus relaciones.

La Justicia no es el dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir a quien le pertenece esa cosa por derecho. La Justicia es ética, equidad y honradez. Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo. Es aquel sentimiento de rectitud que gobierna la conducta y hace acatar debidamente todo los derechos de los demás.
Hans Kelsen la define así: “La Justicia es para mí aquello cuya protección puede florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la Justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia.”
El “ideal de justicia” o sea, ese conjunto de condiciones protegidas por el derecho se puede considerar desde una perspectiva absoluta iusnaturalista dentro de lo cual todo derecho es justo y si no es justo es derecho. Pero desde una perspectiva iuspositivista el derecho es condición de la justicia y a la vez esta es una medida de valoración del derecho, por lo que podemos decir que un derecho positivo determinado es justo o es injusto de acuerdo a un ideal de justicia subjetivo.
La verdadera justicia es el arte de dar lo justo o hacer dar lo justo a un individuo, basándose en los principios del arte del derecho, sin tener ningún tipo de discriminación o preferencia hacia ninguna persona. Ya que todas las personas deben ser tratadas sin ninguna discriminación o preferencia puesto que así se estaría dando una justicia falsa, y no sería “dar a cada uno lo suyo”, sino “dar a él lo que le toque”, dependiendo de su clase social o raza.
En principio, en la mayoría de sociedades se han manejado dos conceptos parcialmente incompatibles sobre qué es una distribución justa de los bienes y la riqueza:
·         La justicia según la necesidad, sostiene aquellos que tienen mayores necesidades de un bien deben poseer asignaciones mayores. En general este criterio es preponderante al considerar la situación de personas enfermas o con discapacidades y también a segmentos de las sociedades con menos capacidad de procurarse bienes como los niños, los ancianos y los marginados.
·          La justicia según el mérito, sostiene que aquellos que más contribuyen a la producción de bienes y riqueza deben tener también una mayor proporción de los mismos. Algunos partidarios del liberalismo sostienen que poner en riesgo el criterio anterior eliminaría un importante incentivo a la generación de riqueza y el trabajo contributivo.
Entre otras muchas teorías sobre la justicia, se destacan la de los filósofos:

·          Platón: La Justicia Aristocrática como armonía social. Propone que los puestos de mando lo lleven los mejores de la sociedad, es decir, los más sabios.
·          Aristóteles: La Justicia como igualdad proporcional: Dar a cada uno lo que es suyo, o lo que le corresponde. Dice que lo que le corresponde a cada ciudadano tiene que estar en proporción con su rango social y sus méritos personales.
·         Santo Tomás de Aquino: La Ley Natural. Dice que los ciudadanos han de tener los derechos naturales, que son los que Dios les da. Estos derechos son más tarde llamados Los Derechos Humanos.
·         Para los utilitaristas las instituciones públicas se componen de una forma justa cuando consiguen maximizar la utilidad (en el sentido de felicidad) agregada. Según esta teoría, lo justo es lo que beneficia al mayor número de personas a la vez.
Jesús de Nazaret, al ser interrogado por el gobernador romano, admitió ser un rey, mas agregó: ‘Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad’. Pilato preguntó entonces: ‘¿Qué es la verdad?’ Es evidente que el incrédulo ro- mano no esperaba respuesta al interrogante: el justo, de todos modos, tampoco la dio. Lo fundamental de su misión como rey mesiánico no era dar testimonio de la verdad. Jesús había nacido para dar testimonio de la Justicia, de esa Justicia que deseaba se realizara en el reino de Dios. Y por esa Justicia fue muerto en la cruz. La Justicia carece de realidad material, no puede ser pesada, palpable ni medida y, además, se muestra constantemente huidiza ante los esfuerzos de asirla palpablemente. Porque ¿quién puede negar que cambia constantemente?
Tampoco se puede negar a la Justicia como una parte de la moral y al igual que ella, cambia según el lugar, según la época y según el tiempo, sin embargo la Justicia podrá cambiar pero siempre será el valor supremo de toda moral y sobre todo del propio Derecho. El concepto de justicia no se detiene en los actos eternos del hombre, sino que regula lo interior del mismo, no permitiendo que ninguna parte de su alma haga otra cosa que aquello que le es propio.
Consiste, entonces,  en poseer y hacer lo que es de cada cual. Socialmente, es semejante a la armonía de los planetas que mantiene un coordinado movimiento, y individualmente es un orden y una belleza en las partes del alma. Lo malo surge cuando existe una desarmonía entre el hombre y la naturaleza, entre los hombres y los hombres y entre el hombre y él mismo.
La justicia se basa en el reparto equitativo de los beneficios de una ciudad entre sus habitantes, de modo que para gobernar de manera justa, aquellos que menos tienen deben ser los más favorecidos por la organización de la ciudad. Según esto, los gobernantes que quieran serlo de una ciudad, no pueden ser aquellos que ambicionen el poder para su propio enriquecimiento, sino que deben gobernar aquellos que lo hagan en virtud al desarrollo común. Si el gobierno recayese sobre aquellos que lo ambicionan, la sociedad sería deficiente e injusta.
VERDAD
La Verdad suele definirse como la conformidad existente entre lo que se expresa y la situación real de algo o el concepto real que se tiene acerca de un tema. La verdad se hace evidente mediante un sistema de falsación que, llevado a sus últimas consecuencias, demuestra como las proposiciones que hemos tomado en cuenta y que nos motivaron en origen, son esenciales y necesarios para conocer si la firme convicción torna en verdad o no, dependiendo si el objetivo inicial se cumple en el acto final. Mientras las proposiciones no sean falsables, quedan dentro del ámbito de la lógica y la razón.
Esta pregunta es objeto de debate entre teólogos, filósofos y lógicos. Cuando la definición se cumple como verdadera, se suele decir que se ha cumplido de forma satisfactoria, colmando las expectativas del individuo, a tal grado que, al poner en práctica dicho conocimiento, produce cierto grado de felicidad o sensación de plenitud al ser consciente de los efectos prácticos de su trabajo. El hombre busca la verdad mediante el ejercicio de las facultades racionales, en un grado más o menos acertado.
En lógica, una proposición es toda aquella afirmación o negación a la que se le puede asignar un grado de certeza. Al ser procesada por las facultades racionales, ejecutadas por las facultades físicas y puestas a prueba según al criterio de la persona, esta puede tomar un valor verdadero o falso. Así podremos tener proposiciones certeramente falsas y/o certeramente verdaderas, dependiendo de las conclusiones a las cuales nos encaminen las facultades racionales de nuestra mente y/o las herramientas fabricadas para tal fin, tales como ordenadores, ábacos o cualquier otro instrumento afín al modelo lógico/racional aceptado.
Según la teoría de la adecuación, la verdad es la adecuación (no la identificación) entre las cosas y el entendimiento. Y tanto más verdadera será mi comprensión, cuanto más semejante sea a las cosas. Es una teoría de origen aristotélico-tomista.
Cuando alguien está de acuerdo sinceramente con una afirmación, puede o no puede reivindicar que es la verdad. Mientras que uno puede tener un buen sentido intuitivo de lo que tiene que ser verdad, dar una definición que consiga una amplia aceptación es difícil. Una razón es que a menudo la verdad es primero indicada como un objetivo y sólo después de que la gente empiece a razonar qué verdad es realmente. La verdad es buscada en la religión, la filosofía, las matemáticas, la abogacía y la ciencia; estos campos usan diferentes métodos e intentan llegar a la verdad para servir a diferentes objetivos. No con sorpresa, el uso compartido de una sola palabra en todos estos campos provoca con facilidad confusión y conflicto. Incluso la verdad, como la bondad y la belleza, es un tema perenne para la humanidad. Gran parte de este artículo trata de ideas filosóficas respecto a qué clase de cosas son llamadas verdad y el significado de la palabra verdad. Además, trata algunos usos particulares y peculiares de la verdad.

TEORIA HEGELIANA
Realidad y verdad son esencialmente una, esencialmente un todo orgánico. La verdad, de hecho, no es sino realidad qua pensada. Es un acto inteligente en el que el universo es pensado como conjunto de infinitas partes o diferencias, todas orgánicamente interrelacionadas y de algún modo inclinadas a la unidad. Y porque la verdad es así orgánica, cada elemento dentro de ella, cada verdad parcial, se modifica por las otras en tanto que se aparta de ellas, y a su vez apartada del conjunto, no es sino un fragmento distorsionado, una abstracción mutilada que en realidad no es verdad en absoluto. Por consiguiente, puesto que la verdad humana es siempre parcial y fragmentaria, no hay estrictamente tal cosa como una verdad humana. Para nosotros la verdad es ideal, y desde ella nuestras verdades están hasta tal punto separadas que, para convertirlas en la verdad, tendrían que experimentar un cambio del que no sabemos ni la medida ni el alcance
Veracidad es la correspondencia de la expresión exterior dada al pensamiento con el pensamiento mismo. No debe ser confundida con la verdad verbal (veritas locutionis), que es la correspondencia de la expresión exterior o verbal con la cosa que se pretende expresar. Esta última supone por parte del que habla no sólo la intención de hablar de manera verdadera, sino también la facultad de hacerlo, esto es, supone (1) conocimiento verdadero y (2) un correcto uso de las palabras. La verdad moral, por otra parte, existe siempre que el que habla expresa lo que está en su mente incluso si de facto está equivocado, a condición de que el diga lo que cree ser verdadero. Esta última condición, sin embargo, es necesaria. De ahí que una definición mejor de la verdad moral sería “la correspondencia de la expresión exterior del pensamiento con la cosa tal como es concebida por el que habla”. La verdad moral, por tanto, no implica conocimiento verdadero. Pero, aunque una desviación de la verdad moral sería sólo materialmente una mentira, y por tanto no censurable, salvo que el uso de las palabras o signos sea intencionalmente incorrecto, la verdad moral implica la utilización correcta de palabras y signos. Una mentira por tanto, es una desviación intencionada de la verdad moral, y se define como una locutio contra mentem, esto es, es la expresión externa de un pensamiento que es intencionadamente distinto de la cosa tal como es concebida por el que habla. Es importante observar, sin embargo, que la expresión del pensamiento, sea por palabras o mediante signos, debe en todos los casos ser tomada en su contexto; con respecto a ambos, palabras y signos, la costumbre y las circunstancias producen considerables diferencias respecto a su interpretación. La veracidad, o hábito de decir la verdad, es una virtud, y la obligación de practicarla surge de un origen doble.

IMPORTANCIA DE LOS VALORES FUNDAMENTALES PARA LA HUMANIDAD

Los valores están presentes desde las iniciaciones de la humanidad. Para el ser humano siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud. No obstante, el razonamiento para darles valor ha variado a través de los tiempos. Se puede valorar de atendiendo a los  juicios estéticos, representaciones sociales, tradiciones, principios éticos o, en otros términos, por el costo, la beneficio, el felicidad, el goce, el reputación.
Cuando hablamos de valor, generalmente nos referimos a las cosas materiales, espirituales, instituciones, profesiones, derechos civiles, entre otras, que consienten al hombre realizarse de alguna manera. En tal sentido es necesario destacarlos:

Amistad                                          Solidaridad

Respeto                                           Tolerancia

Responsabilidad                            Honradez

Dignidad                                         Honestidad

                                Amor

AMISTAD: Es la reciprocidad afectiva entre dos o más personas

RESPETO: Es admitir y comprender a los demás tal y como son, su forma de pensar y de expresarse. Y así  no coincidamos en lo mismo,  nadie nos asegura que somos portadores de la verdad,  solo debemos saber que la otra persona tiene los mismos derechos que nosotros.

RESPONSABILIDAD: La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de cada persona, que le consiente recapacitar, gestionar, orientar y valorar las resultados de sus actos, constantemente en el plano de lo moral. Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), permanecen estas cuatro ideas para instaurar la magnitud de dichas acciones y enfrentar de la manera más propositiva e integral, siempre en función del progreso laboral, social, cultural y natural.

DIGNIDAD: Es grandeza, excelencia; es una calidad o bondad superior por la que algo o alguien goza de especial valor o estima. En toda acción e intención, en todo fin y en todo medio, trata siempre a cada uno - a ti mismo y a los demás- con el respeto que le corresponde por su dignidad y valor como persona».

AMOR: «Amar es hallar en la felicidad de otro tu propia felicidad». El amor se piensa habitualmente como un sentimiento hondo e indescriptible de inquietud afectuosa por otra persona.

jueves, 1 de marzo de 2012

SOBRE EL HUMANISMO

CONCEPTOS PRINCIPALES SOBRE EL HUMANISMO
"tercera fuerza" - psicología humanista - conductismo - psicoanálisis - filosofía humanista - psicología existencial o existencialista - humanismo - psicología humanístico-existencial - Existencialismo - fenomenología - cientifismo racionalista - intencionalidad - criterio de significación intrínseca - orientación ideográfica - orientación nomotética - visión biologista y mecanicista del ser humano - "mundos" de los esquizofrénicos - formas frustradas de existir - ser-en-el-mundo (Dasein) – daseinanalyse o análisis del ser-en-el-mundo - proyecto existencial de la persona - el ser auténtico - psicopatología existencial - el dilema del hombre - psicoterapia - terapia existencial - cliente - el compromiso - sistema holístico - autorrealización - jerarquía de necesidades (en Maslow) - "experiencia cumbre" - Valores del ser (o Valores-B) - terapia centrada en el cliente o terapia no directiva - empatía - autenticidad - congruencia - definiciones operacionales.

JUAN LUIS VIVES. 1509.
AUTORES PRINCIPALES CITADOS
Medar Boss - Victor Frankl - Eric Fromm - Ronald Laing - William James - Kierkegaard - Unamuno - Brentano - Sartre - Merleau-Ponty - Ronald Laing - David Cooper - Gordon Allport - Ludwig Bingswanger - Husserl - Heidegger - Freud - Heidegger - Rollo May - Abraham Maslow - Carl Rogers
LA APARICIÓN DE LA "TERCERA FUERZA"
La Psicología humanista en el sentido amplio, y de acuerdo a un  conjunto de autores que entienden el ser humano, el objeto y método de la psicología, la patología y su tratamiento están claramente relacionados con la tradición filosófica humanista. Esta surgeen la primera mitad del siglo XX: en algunos aspectos, la obra de William James y, en Europa, Ludwig Bingswanger y Medar Boss. Como movimiento de psicología organizado, se gesta durante las décadas cincuenta y sesenta del  siglo XX, sometido a influencias de tres tipos: filosóficas, sociales, culturales y propiamente psicológicas.
INFLUENCIAS SOBRE LA PSICOLOGÍA HUMANISTA:
Psicológica:Se aboca al rechazo de las dos psicologías dominantes, conductismo y psicoanálisis, por ofrecer una visión del ser humano deshumanizada, reduccionista, mecanicista y determinista. La psicología humanista, muy al contrario, se presenta como la "tercera fuerza".Pues, este tipo de psicología comprende una gran variedad, por lo que es más apropiado hablar de un movimiento que de una escuela.
Factores sociales y culturales:Para el momento de su aparición, lo que en este sentido influyó, fue el desánimo y desasosiego tras la Segunda Guerra Mundial, la amenaza atómica, la guerra fría y la insatisfacción social, entre otros.
Filosofía humanista: influirá directamente en el desarrollo Europeo de la psicología existencial, anterior a la aparición norteamericana de la psicología humanista.
Representantes:Todos estos autores influyeron directamente en el desarrollo de la misma, William James, Gordon Allport, Abraham Maslow, Carl Rogers, Ludwig Bingswanger, Medar Boss, Rollo May, Victor Frankl, Eric Fromm, Ronald Laing.

HUMANISMO, EXISTENCIALISMO Y FENOMENOLOGÍA

        El término humanismo se relaciona con las concepciones filosóficas que colocan al ser humano como centro de su interés. El humanismo filosófico resalta la dignidad del ser humano, aunque interpretada de distinto modo en las diferentes formas de humanismo (cristiano, socialista, existencialista y científico, entre otros). El humanismo puede ser entendido como una determinada concepción del ser humano, y también como un método. Por ejemplo, el humanismo entendido como método esta presente en la psicología de William James, quien rechazó todo absolutismo y toda negación de la variedad y espontaneidad de la experiencia y, en consecuencia, reivindicó flexibilidad al describir la riqueza de lo real, aún a costa de perder exactitud. Para el enfoque humanista los conocimientos relevantes sobre el ser humano se obtendrán centrándose en los fenómenos puramente humanos tales como el amor, la creatividad o la angustia. Para referirse al enfoque humanista en psicología se utilizan los títulos: psicología humanista, psicología existencialista, psicología humanístico-existencial.

INFLUENCIAS DEL EXISTENCIALISMO Y DE LA FENOMENOLOGÍA:
Existencialismo:Centrado en el énfasis de la existencia, en cómo los seres humanos viven sus vidas, en la libertad.  Contra las especulaciones abstractas y el cientifismo racionalista. El ser humano no se puede reducir  a una entidad cualquiera, sea esta la de animal racional, ser social, ente psíquico o biológico.
Fenomenología:Concebida como el método adecuado para acercarse al hombre. Busca descubrir lo que es dado en la experiencia, acercarse a los contenidos de la conciencia sin prejuicios ni teorías preconcebidas por parte del observador. Junto con esta consideración metodológica, la fenomenología ofrece a la psicología humanista otra tesis fundamental: la consciencia es siempre consciencia que tiende a algo, es esencialmente intencional.
Filósofos que influyeron: Kierkegaard, Unamuno, Heidegger, Brentano, Husserl, Sartre.
Es pertinente destacar, además, que  en Europa la psicología existencial se basa directamente en las propuestas de estos filósofos, en Estados Unidos sin embargo, algunas de las principales figuras de la psicología humanista desarrollan primero sus propuestas y luego encuentran en los filósofos existencialistas una afinidad de planteamientos. Maslow y Rogers reconocen la influencia de estas corrientes filosóficas y la necesidad de fundamentarse en ellas. La influencia de la filosofía existencial está más específicamente representada en las obras de Bingswanger, Merleau-Ponty, Boss, Ronald Laing, David Cooper y Rollo May.

LOS POSTULADOS BÁSICOS DE LA PSICOLOGÍA HUMANISTA
La psicología humanista es concebida más como  un movimiento que una escuela, e incluso, y más aún, que es el reflejo de una actitud sobre el ser humano y el conocimiento.

AXIOMAS FUNDAMENTALES SOBRE EL HOMBRE:
·         Es más que la suma de sus partes.
·         Lleva a cabo su existencia en un contexto humano.
·         Es consciente.
·         Tiene capacidad de elección.
·         Es intencional en:
                             Sus propósitos
                             Sus experiencias valorativas
                             Su creatividad
                             La comprensión de significados.



Además los integrantes del movimiento comparten el afán por centrarse en la persona, su experiencia interior, el significado que la persona da a sus experiencias y en la autopresencia que esto supone. Asimismo, la enfatización de las características distintivas y específicamente humanas, como lo son: decisión, creatividad y autorrealización, entre otras.Así como también el mantenimiento del criterio de significación intrínseca en la selección de problemas a investigar, en contra de un valor inspirado únicamente en el valor de la objetividad.
Se destaca el principio de compromiso con el valor de la dignidad humana e interés en el desarrollo pleno del potencial inherente a cada persona; es central la persona tal como se descubre a sí misma y en relación con las restantes personas y grupos sociales. De acuerdo a lo antes expuesto, Gordon Allport(1957),  distinguió dos orientaciones en psicología:
La orientación ideográfica:Que pone el énfasis en la experiencia individual, en el caso único.
La orientación nomotética:Que se interesa por abstracciones estadísticas tales como medias o desviaciones típicas.
      Allport creyó que un riesgo de la psicología que busca la credibilidad científica es la pérdida de lo que tendría ser más importante para la psicología: la experiencia individual. No negó la orientación nomotética, pero reclamó un puesto para la ideográfica.

PROPUESTAS DE LA PSICOLOGÍA HUMANÍSTICO-EXISTENCIAL SEGÚN:
LUDWIG BINGSWANGER
Discípulo de Husserl y muy influido por Heidegger. Utilizó las categorías heideggerianas en la terapia, tratando de abarcar con ello al hombre en su totalidad, y no sólo a algunas de sus dimensiones. La comprensión y descripción del mundo del paciente son sus objetivos principales: para ello propuso un encuentro interpersonal y libre de prejuicios entre el terapeuta y el paciente. Criticó a Freud por su énfasis en la visión biologista y mecanicista del ser humano, tales como:
·         Su tratamiento del hombre como ser social fue insuficiente.
·         No comprendió debidamente al yo en relación consigo mismo.
·         No percibió las actividades humanas en las que el hombre trasciende el ambiente (como el amor o la creatividad). 
Sin embargo, y a pesar de sus críticas respetó y admiró la persona y obra de Freud.   Para Bingswanger el punto de partida para comprender la personalidad es la tendencia humana a percibir significados en los sucesos y, por ello, ser capaz de trascender las situaciones concretas. Su énfasis en la importancia de la descripción ha dado lugar a que una de sus principales aportaciones sean las descripciones de los “mundos” de los esquizofrénicos y de las “formas frustradas” de existir (la extravagancia, el retorcimiento, el amaneramiento, entre otros.). De Heidegger tomó el concepto de ser-en-el-mundo (Dasein) y lo utilizó en la terapia, llamada daseinanalyse o análisis del ser-en-el-mundo, que se basaba en los siguientes puntos:
·         Los trastornos psicopatológicos representan una alteración del ser-en-el-mundo.
·         El ser-en-el-mundo tiene estructura y por lo tanto puede ser estudiado, descrito y rectificado.
·         La psicoterapia pretende entender el proyecto existencial de la persona.
Busca ayudar a asumir la propia experiencia en toda su plenitud, descubriendo las formas y áreas de alienación, para recobrar la autoposesión y la autodeterminación.   Estas ideas han influido en la terapia existencial de nuestros días, y en el afán por desarrollar con rigor una teoría de la personalidad que ayudase tanto a la terapia como a la investigación. Se parte de la consideración de que el auténtico significado es el que las personas construyen por sí mismas,  y se propone que las personas construyen ese significado mediante un proceso de toma de decisiones. Los dos modos básicos de toma de decisiones son la elección del futuro o la elección del pasado. Para las posibilidades de desarrollo es la elección del futuro la más adecuada pues facilita el crecimiento y la autorrealización. La elección del pasado impide el crecimiento, al limitar al sujeto a aquello que ya es experiencialmente conocido.



En cuanto al análisis de las diferencias individuales, se entiende que estas van desde el ser auténtico (verse capaz de influir en la propia vida a través de las decisiones y elegir el futuro en pensamiento y acción) al conformismo (considerarse indefenso ante las fuerzas externas, ser  pasivo, elegir el pasado cuando deciden algo,...).  En esta línea, la psicopatología existencial muestra especial interés por los estados que incluyen la falta de significado. MedardBoss, uno de los continuadores de Bingswanger y pioneros de la terapia existencial describió diferentes contenidos y niveles de eficacia en las construcciones sobre el sí mismo y el mundo.
ROLLO MAY
Es uno de los más importantes representantes del humanismo norteamericano. En su obra, critica el reduccionismo del psicoanálisis freudiano, específicamente en el tratamiento que hace del hombre, pero a su vez,  no quiere desechar la obra de Freud. Es considerado un humanista no dogmático, debido a que:
·         Impulsa la visión humanista de la psicoterapia, pero critica la exclusión de los elementos negativos de la naturaleza humana que postulan algunos autores humanistas.
·         Defendió activamente el derecho de los psicólogos a trabajar como psicoterapeutas frente a los intentos de las asociaciones médicas de considerar la psicoterapia como una especialidad médica.
·          Denunció la evitación de la confrontación con los dilemas del hombre que la psicología ha realizado en su camino hacia la aceptación social.



El concepto central en la psicología de May, se centra en el dilema del hombre, el cual,  se origina en la capacidad de éste para sentirse como sujeto y como objeto al mismo tiempo. Ambos modos de experimentase a sí mismo son necesarios para la ciencia de la psicología, para la psicoterapia y para alcanzar una vida gratificante. El psicoterapeuta alterna y complementa la visión del paciente como objeto, cuando piensa en pautas y principios generales de la conducta, y como sujeto, cuando siente empatía hacia su sufrimiento y ve el mundo a través de sus ojos. Asimismo, rechaza las dos alternativas de la consideración del ser humano como “puramente libre” o “puramente determinado” argumentando que ambas suponen negarse a aceptar el dilema del hombre. Además, introdujo como fundamentales, en el contexto de la terapia, las experiencias existenciales de la ansiedad, el amor y el poder.
   ALGUNAS CARACTERÍSTICAS QUE PROPONE PARA LA TERAPIA EXISTENCIAL:

El objetivo de la terapia existencial, radica en aumentar la conciencia del sujeto (paciente o cliente) respecto de su propia existencia y, así, ayudar a que experimente su existencia como real. La técnica debe estar subordinada y seguir al conocer, pues esta debe ser flexible y ajustarse a las necesidades de cada sujeto  (paciente o cliente).
Entonces, el terapeuta y el sujeto son dos personas en una auténtica relación. El terapeuta no interpreta los hechos, sino más bien,  los pone de manifiesto en su relación con el sujeto (paciente o cliente).
La terapia existencial propone también, que los dinamismos psicológicos no son considerados comunes a la especie humana; se enfatiza  la significación particular de las dinámicas del sujeto (paciente o cliente), que se derivan del contexto de su vida. El terapeuta no siempre sabe qué es o qué motiva al sujeto (paciente o cliente), y su actitud, más que aplicar una teoría, consiste en escucharle con atención y respeto.
El terapeuta procura analizar todas las formas de comportamiento, tanto de él mismo como del sujeto (paciente o cliente), que impiden el encuentro real entre ambos. Da mucha importancia al compromiso, que es el verdadero modo de estar vivo.
ABRAHAM MASLOW
Maslow (1908-1970), una de las figuras más conocidas de la psicología humanista, comparte con otros psicólogos humanistas la propuesta de un sistema holístico abierto a la variedad de la experiencia humana y, por tanto, el rechazo del uso de un método único para el estudio de esta diversidad. Propone integrar el conductismo y el psicoanálisis en sistemas más amplios. Tuvo gran interés por las personas humanamente excepcionales, lo que le llevó a una visión del hombre que muestra lo que puede llegar a ser y lo que se puede frustrar.
    El concepto central en la psicología de Maslow es el de autorrealización, entendida como culminación de la tendencia al crecimiento, que Maslow define “como la obtención de la satisfacción de necesidades progresivamente superiores y, junto a esto, la satisfacción de la necesidad de estructurar el mundo a partir de sus propios análisis y valores”.
Maslow estableció su jerarquía de necesidades, y esta la más conocida de sus aportaciones. Rechazó las teorías de la motivación que partían de determinantes únicos de la conducta, por lo que propuso una teoría de determinantes múltiples jerárquicamente organizados en niveles:
Necesidades fisiológicas (comida, agua, sueño,...), necesidades que aún perteneciendo a este nivel tan básico tienen un componente de individualidad. Si estas necesidades fisiológicas son razonablemente satisfechas aparece el segundo nivel: las necesidades de seguridad.
Necesidades de pertenencia y amor. La frustración en este nivel es la principal causa de los problemas humanos de ajuste.
Necesidades de estima, que incluiría la necesidad de sentirse competente, de ser reconocido por los propios logros y de sentirse adecuado. Finalmente, el hombre se abre a las necesidades de desarrollo, de autorrealización.
El proceso que lleva a la autorrealización culmina en lo que Maslow llama “experiencia cumbre”, que se siente cuando se alcanza una cota como ser humano, un estar aquí y ahora “perdido en el presente”, con la conciencia de que lo que debería ser, es. Estas experiencias son perfectamente naturales e investigables y nos enseñan sobre el funcionamiento humano maduro, evolucionado y sano. Maslow identifica la sanidad, la autorrealización y la creatividad.



Cuando el proceso hacia la autorrealización se corta, aparecen reacciones desanimadoras, compensatorias o neuróticas y la conducta se focaliza hacia la evitación impidiendo el desarrollo autónomo. Maslow propone una concepción de la patología, relacionando la privación de los Valores del ser (o Valores-B, de “being”= ser), con la aparición de determinadas alteraciones, que él llama metapatologías y que entiende como disminuciones de lo humano. Por ejemplo, cuando el Valor-B, “verdad” es privado patógenamente y sustituido por deshonestidad, la metapatología especifica que aparece es la incredulidad, desconfianza, cinismo o recelo.
CARL ROGERS
     Carl Rogers (1902-1987) es uno de los autores más conocidos del movimiento humanista. Su método terapéutico consiste en  la terapia centrada en el sujeto (cliente o paciente), o terapia no directiva, parte de la hipótesis central de que el individuo posee en sí mismo medios para la autocomprensión y para el cambio del concepto de sí mismo, de las actitudes y del comportamiento autodirigido. El terapeuta debe proporcionar un clima de actitudes psicológicas favorables para que el paciente pueda explotar dichos medios. Dos rasgos principales de la terapia centrada en el sujeto (cliente o paciente):
·         La confianza radical en la persona del sujeto  (cliente o paciente).
·         El rechazo al papel directivo del terapeuta.
Para Rogers el ser humano nace con una tendencia realizadora que, si la infancia no la estropea, puede dar como resultado una persona plena: abierta a nuevas experiencias, reflexiva, espontánea y que valora a otros y a sí mismo. La persona inadaptada tendría rasgos opuestos: cerrada, rígida y despreciativa de sí mismo y de los demás.
Rogers insiste en la importancia que tienen las actitudes y cualidades del terapeuta para el buen resultado de la terapia: las tres principales son la empatía, la autenticidad y la congruencia.



Rogers  quiso comprender y describir el cambio que sufre el paciente cuando se siente comprendido y aceptado por el terapeuta:

Se produce una relajación de los sentimientos: de considerarlos como algo remoto se reconocen como propios y, finamente como un flujo siempre cambiante.
Cambio en el modo de experimentar: de la lejanía con que primero experimenta su vivencia se pasa a aceptarla como algo que tiene un significado, y al terminar el proceso el paciente se siente libre y guiado por sus vivencias.
Se pasa de la incoherencia a la coherencia: desde la ignorancia de sus contradicciones hasta la comprensión de las mismas y su evitación.
Se produce también un cambio en su relación con los problemas: desde su negación hasta la conciencia de ser él mismo su responsable, pasando por su aceptación.
Cambia igualmente su modo de relacionarse con los demás: desde la evitación a la búsqueda de relaciones íntimas y de una disposición abierta. De centrarse en el pasado a centrarse en el presente.
VALORACIÓN DE LA PSICOLOGÍA HUMANISTA
La psicología humanista tiene en su haber:
·         La defensa de conceptos como subjetividad, experiencia o construcción de significado.
·         Ha influido claramente en las creencias de la sociedad norteamericana.
·         De modo más concreto, destaca por ejemplo la influencia de las propuestas de Rogers sobre la importancia de la actitud del terapeuta y del educador, si no como condición suficiente al menos como condición necesaria.
CRÍTICAS
·         Ausencia de validación empírica de sus propuestas. El propio Rogers insistió en la necesidad de unir la psicoterapia a técnicas objetivas como las grabaciones o el uso de test.
·         Excesos en la reivindicación de la subjetividad y el rechazo del experimentalismo.
·         Falta de definiciones operacionales de los conceptos y postulados básicos humanistas, lo que dificulta su investigación.
·         Excesivo énfasis en una visión positiva y optimista del ser humano, sobre todo en los autores norteamericanos.
Presencia de la psicología humanista: hay una minoría estable de psicólogos que se declaran humanistas; además, es clara la influencia de algunos principios de la psicología humanista en campos como la educación o en los estudios sobre el efecto de la relación terapeuta-paciente en el resultado de la terapia.


ESPECIFICACIONES HISTÓRICAS FINALES:
El humanismo es un concepto definido desde la filosofía y se trata de una actitud que intenta poner especial énfasis en la dignidad y el valor de la persona humana, considerándola como un ser racional capaz de practicar el bien y encontrar la verdad. Se trata también de un concepto utilizado para definir los movimientos culturales y literarios presentes en la Europa del siglo XIV y XV, en el que renace el estudio de la Roma y Grecia clásica, en la que se resalta el valor de lo clásico por sobre su importancia en el contexto cristiano.
El Humanismo se conforma como todo un movimiento, y se origina en Italia a fines de la Edad Media, cuando personajes tan importantes como Dante y Francesco de Tetrarca, entre otros, realizaron grandes aportes al descubrimiento y conservación de las obras clásicas. Otros grandes contribuyeron a la formación de este movimiento como lo fue Giovanni Pico Della Mirandola, quien a través de su obra “Oración” logró plasmar los ideales humanistas centrados en la dignidad humana.
La expansión de este movimiento tomó aún más fuerza gracias a la difusión de los textos clásicos, lo que fue posible por el novedoso uso de la imprenta en el siglo XV luego de que parte de la nobleza y el alto clero haya contribuido de manera muy significativa en la recopilación y traducción de los textos clásicos en cuestión.
El humanismo tuvo un fuerte impacto en la literatura y el arte, sin embargo, fue expandiéndose y entrando a países como Inglaterra donde sus influencias llegaron a tomar parte importante tanto en la educación como en la teología, conformándose como una de las causas principales de la Reforma. Fue en este país donde la difusión del movimiento humanista estuvo a cargo de grandes instituciones educativas como las afamadas universidades de Oxford y Cambridge.
El concepto de humanismo es actualmente uno de los más indeterminados y contradictorios; de aquí la necesidad de reconstruir las diferentes interpretaciones que ha tenido y  delinear, al menos en lo que concierne sus aspectos esenciales, los contextos histórico-filosóficos en los que tales interpretaciones han surgido.
Hoy el término humanismo se utiliza comúnmente para indicar toda tendencia de pensamiento que afirme la centralidad, el valor, la dignidad del ser humano, o que muestre una preocupación o interés primario por la vida y la posición del ser humano en el mundo. Con un significado tan amplio, la palabra da lugar a las más variadas interpretaciones, y en consecuencia, a confusión y malentendido. Efectivamente, ha sido adoptada por muchas filosofías que –cada una a su modo– han afirmado saber qué o quién es el ser humano y cuál es el camino correcto para la realización de las potencialidades que le son más específicas. Vale decir que toda filosofía que se ha declarado humanista ha propuesto una concepción de naturaleza o esencia humana, de la que ha derivado una serie de consecuencias en el campo práctico, preocupándose por indicar lo que los seres humanos deben hacer para así manifestar acabadamente su “humanidad”.



Actualmente, son pocas, y de momento poco escuchadas, las voces que se alzan para proponer a los seres humanos una nueva comprensión de su “humanidad”. Ciertamente, mucho se habla de derechos humanos –sistemáticamente avasallados–, de “naturaleza” humana –descrita siempre en forma vaga y contradictoria–, de la correcta ubicación del ser humano en el mundo natural, especialmente a causa de los tremendos problemas ecológicos actuales. No obstante todo, es evidente que nuestros tiempos asisten a un eclipse del humanismo. Por cierto que ésta no es una situación nueva: las corrientes humanistas, presentes ya al comienzo de la civilización occidental, muestran un comportamiento ondulatorio: aparecen en determinadas épocas y desaparecen luego para reaparecer nuevamente. Así ocurrió con el humanismo antiguo, que se desarrolló en las escuelas filosóficas griegas y romanas, que fue opacado durante diez siglos por el cristianismo medieval, para luego reaparecer con gran fuerza en la época del Renacimiento. A su vez, el humanismo renacentista fue perdiendo ímpetu hasta ser desplazado por las filosofías antihumanistas de los últimos siglos. Si las cosas están así, no es utópico pensar que pueda surgir una nueva corriente humanista capaz de contrarrestar la crisis actual, caracterizada por la pérdida del sentido de lo humano y agravada por la prospectiva de la catástrofe global, con todas sus aterradoras alternativas.