La frustración pareciera ser para muchos un sentimiento que se torna parte de la cotidianidad. Esto se debe a que, a veces las personas, planes y realidades se despliegan de forma contraria a la que se espera., pues la creencia radica en mejorar la calidad de vida. Sin embargo, es posible controlar esta emoción y aprender de lo vivido si se adquiere el hábito de la paciencia.
De acuerdo a un estudio de
la Universidad de Chicago Escuela de Negocios Booth, detenerse en una acción
para reflexionar sobre ella y actuar de otra manera aumenta la paciencia, y
ésta por tanto, contribuye a que las personas puedan tomar decisiones más
inteligentes sobre el dinero. Cuando se
espera se le da más valor a lo que se desea.
Veamos que afirma al respecto la psicóloga Assumpció Salat, quien, además es ,
directora del centro de psicología Ágape y autora de El desarrollo de la
conciencia, “la paciencia es un valor humano que supone el cultivo del respeto
y aceptación de que las cosas suceden con un ritmo distinto al que se espera o
desea”.
De acuerdo a ello, se puede
decir que no es fácil, porque parte de la comprensión de que todo tiene su
tiempo; no se pueden acelerar los procesos de la persona y la naturaleza porque
si se intenta se puede generar tensión y violencia.
Lo generoso para crecer,
es incorporar emociones y sentimientos que permitan a la persona humana
desarrollarse armónicamente, en tal sentido, y atendiendo a éste tema, te invito, a que reflexiones sobre los
siguientes tips, basados en la experticia de Mónica Aldegunde, coach, creadora del programa
“Mi mapa de ruta”, y así lograr tener más paciencia:
1.
Define que es la paciencia para ti, dónde necesitas que la
paciencia esté presente o qué hace que pienses que no la tienes, qué emociones
aparecen asociados a esta falta de paciencia.
2.
Diseña un mapa de ruta, y organiza y planifica acciones que
realizar. Define lo que quieres, lo que puedes, cómo lo harás, lo que
necesitas.
3. Es esencial que especifiques tus tiempos y los ritmos para obtener
tus objetivos, con el fin de evitar
la frustración y la rabia, enemigos de la creatividad y la
perseverancia. De esta manera es posible reconocer las propias limitaciones
para manejar el estrés y los imprevistos y conquistar la anhelada paciencia.
Assumpció Salat señala que para aprender a
tener más paciencia es necesario ver las situaciones externas como una escuela
de aprendizaje, como un entrenamiento. Recuerda que la paciencia como toda las
emociones pueden tener un control, y ese solo se lo puedes poner tú. ¡Cuídate y
trata siempre de encontrar el equilibrio!