1.
Culpar a tu pareja. Culpar es un acto de defensa por algo que
posiblemente tú hiciste o dejaste de hacer pero no quieres aceptar, entonces,
es más fácil culpar al otro y librarse del problema que aceptar las culpas,
pero esto no lleva a nada bueno, posiblemente se aceptará una vez, pero no más
y termina por ocasionar un mal ambiente entre las partes.
2.
La edad. Este punto puede que se crea que no afecte, pero
realmente si, de acuerdo a un estudio realizado por el portal llamado 20
minutos, el cual le pusieron el nombre de "What's Love Got to Do With It".
Durante 6 años tuvieron en observación a algunas parejas y descubrieron que un
hombre que es 9 años mayor que su mujer está dos veces más dispuesto a
divorciarse de ella, también para aquellas personas que se casan antes de los
25 años los matrimonios suelen ser menos duraderos.
3.
La crítica. Existen críticas buenas o constructivas y otras
totalmente fuera de lugar, estas son las que producen el malestar en las
parejas, aquellas cosas que se dicen con el afán de hacer sentir mal al otro y
cuando se vuelven constantes indican que algo no va bien y el matrimonio no va
por buen camino. Mucho cuidado con lo que solemos decir a nuestra pareja, puede
dañar o arreglar las cosas, todo depende del tono y de la manera como lo digas.
4.
Estabilidad económica. Un estudio llevado a cabo por
investigadores de la Universidad Nacional Australiana, arrojó como resultado
que el 16% de las parejas que no estudiaron estaban en una situación económica
difícil y esto trajo consigo grandes problemas hasta llegar a la separación,
mientras que los matrimonios que tenían una solvencia económica estable se
separaban un 9%.
5.
Indiferencia. Ser indiferente es como poner una muralla
entre los dos, vivir bajo el mismo techo pero ser completamente apáticos de lo
que le sucede al otro, no es vivir. Este tipo de conflictos ocasiona un
desgaste emocional entre ambos que termina por eliminar todo tipo de
sentimiento que en algún momento llegó a existir.
6.
Los hijos. Aquellos matrimonios jóvenes que se casan porque un bebé
viene en camino, tienen mayor posibilidad de fracasar, ya que si no existe
suficiente amor, los hijos se ven no como una bendición, sino como aquella
obligación para estar juntos, lo cual nunca será suficiente para mantener una
relación.
7.
Despreciar. El desprecio viene acompañado de otros sentimientos
igual de destructivos como lo es la burla o el odio, estos son considerados
como veneno en las relaciones de pareja, ya que no se pueden resolver problemas
cuando alguno de los dos muestra esta actitud, la cual sin duda acaba con el
interés y buenas intenciones de quien no ha tomado la misma.
Los
matrimonios en la actualidad son cada vez más frágiles, los índices de
divorcios cada día son más altos, esto lo podemos notar en un estudio realizado
entre los años 2001 y 2013 por el Business Insider, donde se detectó que el
nivel de crecimiento de rupturas matrimoniales cada día crecía. En
Latinoamérica se presentan menos divorcios, esto con relación a países
europeos, revelando cifras así: en Colombia la tasa de divorcios anual es del
9%, le sigue Guatemala con un 5% y Chile con un mínimo del 3%, ahora bien en
Europa los porcentajes son alarmantes, encabeza la lista Bélgica con un 71%,
sigue Portugal con el 68%, República Checa con el 66 % y España 61%.
Es
importante tener en cuenta que para aquellas parejas que se casaron por amor y
decidieron compartir una vida juntos, existe una esperanza, la cual consiste en
el trabajo continúo por sacar adelante la relación, pues la tarea no es nada
fácil, pero sin duda si se desea se podrá lograr. Analiza estas causas antes mencionadas y te darás cuenta si alguna está presente
en tu relación y de esta manera trabaja para eliminarlas; es claro que si se
detectan los problemas a tiempo se podrá buscar soluciones, no permitas que
estos crezcan y destruyan tu matrimonio y tu vida.
Tomado de: Phronesis 2 febrero, 2015 Artículos, Pareja y sexualidad